sábado, 3 de mayo de 2014

 Queridos blogueros/as: Casi me podía ahorrar las eses y con ponerlo en singular sería suficiente pero bueno, seguiremos como siempre por aquello de mantener las tradiciones. 
No se lo que habrá pasado hoy  con el ordenador, lo mismo me ha castigado por no escribir ayer que era viernes pero el muy capullo (perdón por la expresión pero no se me ocurre otra mejor) me dice no se que de las cookies, como si uno fuera por ahí con cualquiera.  Cooki o como se escriba serás tú, capullo mas que capullo y además quien es el ordenador para meterse en mi vida privada. Esto es el colmo, salgo con quien me da la gana ¡solo faltaba! y en vista que se ha debido cabrear vuelve otra vez el mamón de él y me dice que no puede leer el pen drive o no se que. Está bien que se cabree pero dejarme en la estacada ¡eso si que no!, menos mal que el listo de él no sabe que eso ya pasó otra vez y  mi asesor informático, ya sabéis que es mi hijo Tito,  hizo una copia de seguridad o sea que ajo y agua que a mí los enfados del ordenador me la....... pues eso.
En fin, como podéis ver estoy muy cabreado y menos mal que en este capítulo ya se empiezan a ver "cositas" y seguimos en el hospital, o sea que continúo en lo mío y que quede bien claro que todo parecido con la realidad es pura coincidencia no vaya a ser que alguien, por supuesto vosotros mis dos únicos blogueros seguro que no, pero alguien saque conclusiones donde no las hay. Como dicen los que escriben como Dios manda , todo es producto de mi imaginación.
Supongo que con tanto puente ahora si que habéis sido felices, o sea que esta vez no hay que intentarlo si no, seguir igual.
Un abrazo
Tino Belas



CAPITULO 34.-

Mamen que era consciente de la gravedad de lo sufrido por su marido, aunque nunca se pudiera imaginar que un infarto era la causa de todo aquel revuelo, estaba como en otro mundo. Le temblaba todo el cuerpo, sus manos se movían sin cesar como si estuviera haciendo encaje de bolillos y en cierto modo, sin decírselo a nadie, se consideraba culpable de lo sucedido, al fín y al cabo era ella la que había planteado la discusión. En esas estaba cuando apareció en el pasillo un hombre de bata blanca con aspecto aseado, tirando a obeso, con poco pelo y una sonrisa que abarcaba a todos los que estuvieran a su alrededor. El fonendo al cuello y el bolsillo de la bata, donde ponía Dr. Cuesta, casi tapado por diferentes bolígrafos, regalo de los laboratorios farmacéuticos.
Con paso ligero y rodeado por dos enfermeras, se acercó al lugar donde Mamen se encontraba, casi al final del pasillo:
-  ¿Usted es familia de Fernando Altozano?
-  Si , soy su mujer ¿cómo está?
-  Bueno, no está mal, aunque para usted habrá sido un buen susto ¿no?
-  Se lo puede imaginar – Mamen comenzó a llorar recordando aquellos minutos hasta que llegaron los de la UVI móvil que parece ser que solo fueron doce, pero que para ella le parecieron toda una eternidad.
El Dr. Cuesta la cogió del  brazo y con delicadeza la acompañó hasta un pequeño despacho situado al lado de una puerta que con grandes letras indicaba la imposibilidad de traspasarla si no se pertenecía a la plantilla del hospital y para los acompañantes la obligación de pasar con gorro, bata, mascarilla y calzas.
Le indicó que se sentara y comenzó:
-  Mire: su marido tiene un infarto de miocardio y es necesario esperar la evolución para emitir un pronóstico, pero en principio y si no surgen complicaciones esperamos que pueda recuperarse bien y sin grandes secuelas. Por cierto ¿está usted sola? – El Médico la miró con interés. A primera vista le pareció una mujer atractiva, a pesar que no llevaba ni un mínimo toque de pintura, ni los labios perfilados ni nada de nada, pero para el Dr. Cuesta las manos eran sinónimo de clase y las uñas de su interlocutora eran perfectas. A pesar que era su obsesión, hacía mucho tiempo que no veía unas manos tan cuidadas reflejo de horas de manicura y evidentemente indicativas de poco trabajo manual. Solamente por este detalle, para el Médico de Guardia de la UVI de Coronarias ya era una persona de su nivel social y por lo tanto, era una norma rigurosa que aplicaba en su vida profesional, con un familiar para dedicarle más tiempo que al resto. Además, sus modales y la manera de solicitar información, le habían cautivado y se sintió como su protector – Supongo que no le molestará el hecho de preguntarle si está sola ¿verdad?
-  No, no, en absoluto. Estaba con una de mis cuñadas, pero dada la hora se ha ido al colegio a recoger a sus hijos y el resto se han ido a sus casas y en cuanto sepa algo les llamaré y le daré las noticias que usted me dé.
-  Se lo preguntaba porque lo habitual en familias como la suya es que informemos ahora, que dentro de un rato llame un primo que es Cirujano y que está en otro hospital, un poco mas tarde viene una enfermera a interesarse por su estado y así continuamente, o sea que le pido por favor que piense que en la UVI hay ingresados dieciséis pacientes y que no podemos facilitar toda la información que nos gustaría porque no tendríamos tiempo para trabajar.
-  No se preocupe que yo me encargaré que en nuestro caso no sea así, aunque tiene razón que en mi familia hay varios Médicos y es normal que se interesen por él, pero ya le digo que intentaré que no sea así.
-  Bien, pues como le iba diciendo, su marido ha sufrido un infarto importante que el obligará a una lenta recuperación en la que su familia tiene un importante papel que realizar. Al principio, lo haremos todo nosotros, al cabo de una semana, mas o menos, pasará a planta y allí él tendrá que poner algo de su parte y en cuanto se vaya a casa su familia le tendrá que ayudar para que su recuperación sea la mejor posible. Su marido ¿fuma mucho?
-  Si, muchísimo. Realmente se puede decir que siempre tenía un pitillo en la boca, aunque el se defendía diciendo que lo malo del tabaco lo echaba en el gimnasio al que acudía dos veces por semana.
-  No hace falta que le diga, porque seguro que lo sabe, que el tabaco es un factor de riesgo importantísimo en los problemas del corazón, pero indudablemente el hecho de que ocurra en un varón con una buena condición física siempre es mejor. Perdóneme que continue con este interrogatorio, pero hay una serie de datos fundamentales para completar la historia clinica. Por ejemplo, su marido ¿tenía mucho estrés?
-  Muchísimo y yo creo que eso es lo que le ha llevado a estar aquí ahora, ¿no le parece?
-  Pues no sé, porque mucha gente trabaja mucho, pero no tiene nada de estrés y sin embargo otros se ponen de los nervios cada dos por tres y eso un día y otro día, un mes y otro mes, etc les lleva a situaciones difíciles como en el caso que nos ocupa. Su marido ¿comía en casa?
-  No, nunca y menos últimamente que estaba desbordado de trabajo.
-  ¿Bebía?
-  No, en general, no. Se puede decir que era un bebedor social, pero en casa prácticamente nunca se tomaba una copa. Quizá algún vaso de vino, pero solo en las comidas y muy de vez en cuando.
-  ¿Tienen hijos?
-  Si.
-  ¿Cuántos?
-  Cuatro – Mamen advirtió la sorpresa en la cara del Dr. Cuesta que trató de suavizarla con un sonrisa.
-  ¡ Cuatro hijos! Parece mentira con lo joven que es usted.
-  Bueno, bueno. Muchas gracias por su gentileza pero ya no soy tan joven. Eso sí, me casé joven, pero de eso hace ya mas de veinte años.
-  Ya.
-  Después de lo amable que esta siendo conmigo casi no me atrevo a confesarle que hubiéramos tenido cinco, pero uno se murió hace tres años.
-  ¿De enfermedad?
-  No, no, fue un desgraciado accidente cuando tenía año y medio, en la guardería. – Como siempre que recordaba aquello, los ojos se le inundaban de lágrimas y una emoción intensa le llenaba todo su cuerpo.
-  Perdone, que por culpa de mis preguntas recuerde ese desgraciado incidente.
-  No se preocupe – Mamen se acercó un pañuelo a sus ojos y casi con un  hilo de voz continuó – lo peor es que como consecuencia de todo aquello perdí un hijo y también un marido, porque  desde  entonces ya nada fue igual. Fernando y yo, éramos un matrimonio bastante unido y a partir de aquel fatídico dieciséis de Marzo todo fue de mal en peor. Todo el día discutiendo, bueno, miento, todo el día no, porque cada vez venía menos a casa, pero sí los pocos momentos que estaba. Todo le parecía mal y en fín, perdone pero no puedo aguantar más y encima esto – su labios se contrajeron con fuerza y el llanto apareció sin solución. No le importaba que este Doctor, al que acababa de conocer, supiera las interioridades de su matrimonio, al fin y la cabo tenía pinta de buena persona y con alguien tenía que explotar. Su familia no sabía absolutamente nada y ella disimulaba sobre todo por los niños. Rogaba a Dios que la ayudara, pero había llegado al convencimiento que no tenía mucha mano, porque no le hacía ni caso y ahora esto – Dios mío, Dios mío, ayúdame porque no creo que sea capaz de superar tantas pruebas como me estás mandando.
-  Por favor, señora, no llore más que en cuanto lloran cerca de mí acabo igual y esto se va a convertir en un funeral. Anímese que las cosas de su hijo no tienen desgraciadamente arreglo, pero ya verá como lo de su marido se va resolviendo poco a poco y una vez que se encuentre recuperado, seguro que todo vuelve a su ser. Venga alegre esa cara, por favor.
El Dr. Cuesta le sirvió un vaso de té, muy caliente que sacó de una máquina situada en el cuarto de las enfermeras y una vez que comprobó que se había recuperado, trató de busca otros argumentos que hicieran sonreir a Mamen.
-  ¿Cómo se llama?
-  María del Carmen, pero todo el mundo me llama Mamen
-  ¿Y yo soy parte del mundo?
-  Claro, como no.
-  Bien – Alvaro Cuesta se apoyó en el respaldo del sillón de cuero desgastado por el paso de tantas horas de información a los familiares y volvió a encauzar la conversación por los temas profesionales – si me permite, la llamaré Mamen. Como le iba diciendo, su marido ha tenido un infarto grave y que se ha librado de males mayores porque el SAMUR llegó en  nada que si nó, ahora estaría no en el hospital sino en un cementerio, pero por suerte todo se ha desarrollado con rapidez y lo mas importante es que ante todo lo que se le ha hecho, Fernando está respondiendo fenomenal. Quizás, eso es lo mas importante.
-  Por supuesto, Doctor. Fernando es un deportista y yo creía que estaba hecho un roble, pero fíjese las vueltas que da la vida. Perdone, Dr Cuesta
-  Eh, eh, si yo a usted la llamo Mamen, usted a mí me debe llamar Alvaro, si no, es una  competencia desleal ¿de acuerdo?
-  Bueno, Alvaro, quería decirle que esta conversación debe considerarla casi como un secreto de confesión porque nadie sabe y desde luego nadie de mi familia sabe los problemas de pareja que tenemos y le ruego que no lo comente con nadie
-  Por favor, si me lo permite le diré que me parece mal que me lo diga ¿qué piensa que voy a ir por ahí diciéndole a todo el mundo que se lleva mal con su marido? Por desgracia o por suerte no se como decirlo, yo pasé por una situación parecida y soy consciente de cómo se pasa
-  ¿Usted  también tiene problemas con su mujer?
Alvaro Cuesta esbozó una amplia sonrisa dejando asomar una dentadura perfecta
-  No, yo no porque hace ya algunos años que decidimos que lo mejor era que cada uno continuase por un camino diferente y desde entonces no he vuelto a discutir porque no la he vuelto a ver.
-  Y sus hijos ¿no echan de menos a su padre?
-  No, no tuvimos hijos, o sea que no teníamos ese problema.
-  Ya, esta vez soy yo la que me estoy metiendo en temas que – Alvaro la interrumpió con una sonrisa
-  No hay problema. Lo nuestro a diferencia de otras situaciones era de dominio público y todo el hospital sabía que mi mujer y yo no nos podíamos soportar desde la vuelta del viaje de novios.
-  ¿Trabajaba también aquí?
-  En el Hospital si, pero no en Coronarias.
La conversación se vio interrumpida por el sonido muy desagradable de una especie de avisador que el Dr. Cuesta llevaba en el bolsillo de la bata. Con un movimiento rápido, se dejó encima de la mesa y una voz clara y potente le avisó que debería presentarse urgente en el Box número 12 de urgencias.
El Especialista en Cardiología se levantó sin perder un segundo y salió disparado de la habitación mientras invitaba a Mamen a esperarle o a charlar en otro momento. Se quedó un segundo sentada en la silla notando la misma sensación de culpabilidad que cuando el infarto de Fernando, y por su cabeza pasó el pensamiento de haber perdido el tiempo en contarle su vida a un desconocido en lugar de dedicarle mas minutos a conocer con mas detalle la enfermedad de su marido. A los pocos segundos volvió a la normalidad y se alegró de haber conocido a un Médico que la mantendría puntualmente informada de toda la evolución.









3 comentarios:

  1. El Tío Javier Belas4 de mayo de 2014, 20:46

    Fernando con su infarto, Mamen, el médico, bueno, bueno; esto se está poniendo interesante.
    Hasta el próximo capítulo.
    Un abrazo a todos

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  2. Me parece que Fernando, además de infarto, va a tener otra cosa. jajaja, estaría gracioso.
    La conversación medico-esposa del paciente va por unos derroteros inusuales, ¿no?. Hablan más de ellos que del paciente. Que curioso
    Ánimo Tino; seguro que tienes más lectores de lo que piensas. El problema es que no comentan.
    Muchos besos y hasta la semana que viene

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  3. Es Dr.EBHOSE usted puede email él si necesita ayuda en su relación ebhodaghespell@gmail.com
    Te prometo que sus problemas se resuelven de inmediato. Después de estar en
    relación con él durante siete años, me dejó, yo hice todo
    ¿Podré yo hacerle volver atrás, pero todo fue en vano. Quería
    por el amor que siento por él, suplicó, pero él se negó hasta
    explicado mi problema con alguien en línea y ella me sugirió que debería
    más bien por correo un lanzador de conjuros que me podría ayudar a un hechizo que le trajera
    espalda, pero soy el tipo que nunca creyó en hechizos, no tenía más remedio que
    Pruébalo, enviado al taumaturgo, dije no hay problema
    todo estará bien dentro de tres días, mis ex vuelven a mí
    dentro de los tres días, el hechizo fue lanzado y, sorprendentemente, en el segundo día,
    que fue alrededor de las 4:00 pm. Mi ex me llamó, yo estaba tan sorprendido, respondió el
    llaman y todo lo que dijo fue que estaba tan mal por todo lo que pasó,
    quería volver a mí, que me encanta tanto. Yo estaba tan feliz y
    sorprendido. Desde entonces, he hecho la promesa de que todos los que conocemos la voluntad
    nunca tienen un problema de relación, que me voy a referir al hechizo
    lanzador para ayudar. Cualquier persona puede necesitar la ayuda de la máquina de colada, su
    email ebhodaghespell@gmail.com
    También hizo muchos hechizo-like,

    (1) quiere que su ex atrás.
    (2) Usted siempre tiene pesadillas.
    (3) Para ser promovido en su oficina
    (4) ¿Quieres un niño.
    (5) ¿Quieres ser rico.
    (6) quieren mantener su esposo / esposa a ser solo tuya para siempre.
    (7) la necesidad de asistencia financiera.
    8) ¿Quieres estar en control de que el matrimonio
    9) ¿Quieres ser atraído a la gente
    10) La falta de hijos
    11) ¿NECESITA UN ESPOSO / ESPOSA
    13) Cómo ganar su LOTERÍA
    14) HECHIZO DE PROMOCIÓN
    15) HECHIZO DE PROTECCIÓN
    16) HECHIZO DE NEGOCIO
    17) BIEN TRABAJO HECHIZO
    18) cura para cualquier enfermedad / H.I.V.
    Póngase en contacto con él hoy en: ebhodaghespell@gmail.com

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