sábado, 30 de junio de 2012

LA ENFERMERA RURAL CAPITULO 3

Queridos blogueros/as: Hoy toca el tercer capitulo de la Enfermera Rural y espero que la cosa se empiece a animar Como os conté hace poco, yo esta novela la escribí hace tiempo y no me acuerdo de nada. Ahora leeré este capitulo, copio, pego le doy a publicar y hasta el próximo sábado que me voy a la piscina
Un abrazo y que España gane sin llegar a los penaltys porque "mi cuore" no está para tantos sustos.
Tino 
CAPITULO 3.-

Jesús se levantó del sillón y con movimientos diariamente repetidos fue dejando ordenada la peluquería haciendo especial hincapié en las dos cuchillas de barbero que había comprado en Albacete. Les pasó repetidamente una especie de lima, las frotó posteriormente con una pequeña esponja y a continuación las envolvió en un paño y las depositó en sus cajas respectivas. Las tres brochas de pelo de camello también fueron objeto de su atención. Primero las lavó derramando sobre ellas abundante agua, la secó con una toalla y les colocó unas gomas que evitaban que las cerdas se abriesen. Pasó una fregona rápida por todo el suelo y después de un vistazo rápido, apagó las luces y cerró la tienda hasta mañana que será otro día.

Paseando lentamente por la calle principal llegó hasta “La Bodeguita” lugar habitual de encuentro y charla hasta la hora de la cena. “La Bodeguita” era el típico bar de pueblo con ese encanto especial que tienen esos bares añejos en los que las paredes son historia. Unos banderines antiguos del Real Madrid y del Atlético de Madrid, flanqueaban a un cuadro con el marco gastado por las moscas con la foto oficial del Barcelona con Ramalléts como portero titular. Estanterías llenas de botellas cubiertas de polvo con las etiquetas algunas desaparecidas y otras amarillentas por el paso de los años, un mostrador largo con un dispensador de cerveza, vitrinas con algunas tapas en las que había anidado el polvo circulante y un microondas que hacía las veces de cocina.

El polvo, la suciedad, el ambiente lúgubre, la falta de luz y sobre todo el ruido, eran clientes permanentes desde las siete de la mañana hasta que se fuera a dormir el último rezagado. El ruido, siempre el ruido, estaba distribuido por todas partes como formando parte de la decoración y procedía de sitios tan dispares como de dos máquinas tragaperras que o vomitaban monedas en las escasas ocasiones en que salía un premio o animaban a los clientes a jugar con una música que bondadosamente se podría clasificar como infernal. Por si esto fuera poco, un billar americano de esos de seis agujeros para embocar, se encontraba en la otra esquina y Roberto, el dueño, había tenido la feliz idea de quitarle una especie de red donde caían las bolas y ahora lo hacían directamente sobre un contrachapado con lo que aumentaba el nivel de ruido. Pero como si todo eso fuera poco, un futbolín grande de los de antes con los jugadores ataviados con los colores del Madrid y del Atlético y una bola de madera maciza contribuían a animar un poco mas el ambiente y como traca final, Roberto había conseguido en Madrid un equipo de música de segunda mano con seis altavoces monumentales que los había distribuido estratégicamente por todo el local  y por los que no paraban de aparecer las canciones del Fari y Manolo Escobar de las que Roberto, el dueño, se consideraba un admirador.

Con todos estos ingredientes Roberto había conseguido ser el propietario de un bar cutre, ruidoso a mas no poder  y tan contento estaba de ello que si algún cliente le insistía en bajar la música, el dueño con el índice extendido le señalaba donde estaba la puerta y se quedaba tan tranquilo.

Ante este ambiente absolutamente devastador, no era de extrañar que los fines de semana, los clientes habituales optasen por el silencio y el ambiente refinado de “Villa Felicidad” donde se relajaban los sentidos del gusto del tacto y del oído, incluso también el de la vista.

Jesús, al abrir la puerta de “La Bodeguita” , hizo todavía mas patente el cambio entre la luz exterior proveniente de una farola del Ayuntamiento y las míseras de 40 w del interior y el ruido que parecía mentira que no chocase con el silencio que rodeaba al pueblo. Buscó a sus amigos que se encontraban jugando una partida de futbolín envuelto en una densa capa de humo. La bola de madera circulaba por el campo a una velocidad de vértigo y las rotaciones de las manos de los jugadores empuñando las barras se repetían sin parar. Clemente, el que hacía las veces de portero y defensa en el equipo blanco, iba radiando el partido mientras que saltaba radiante cada vez que su equipo conseguía un gol.

Jesús se colocó en la portería del Real Madrid y estuvo un rato observando el desarrollo del partido hasta que se acercó a la barra y pidió una caña. Con ella en la mano, volvió hacia su cuadrilla que, una vez finalizada la partida, charlaban animadamente.

-  Que tarde has venido hoy ¿no?
-  Si, es que a última hora ha venido una señora nueva en el pueblo con un hijo suyo para que le cortara el pelo y me he entretenido un poco.
-  ¿Y está buena?
-  ¡Que cosas tienes Indalecio! Es una chica joven, Enfermera, que viene por el anuncio que ha puesto el Alcalde en el periódico y nada mas
-  Entonces ¿no está buena?- Julián, el cerrajero, seguía con su tema
-  No está mal, no, pero no se parece en nada a las anteriores.
-  Mejor porque de aquellas tres loros mas vale no acordarse
-  Si, si – terció Lorenzo el propietario del único estanco del pueblo – serian tres loros pero bien que las mirabas
-  ¿Yo?
-  Si, tu, no disimules que hace muchos años que nos conocemos todos.
-  Parece mentira como se interpretan las cosas- Indalecio puso cara de no haber roto un plato en su vida – lo único que hice fue ayudarlas para que estuvieran en el pueblo como en su casa
-  Ya y por eso hacías de marido ¡vaya cara!
-  Si yo lo que intentaba era que estuvieran como en su casa, que culpa tengo yo que lo tuvieran allí y con Concha, la rubia, solo hacía de acompañante porque era mas estrecha que las vías del tren
-  ¿Y las otras dos no?
-  ¡Las otras dos! Menudos elementos. Bueno me voy a callar porque prefiero callarme pero si yo os contara.
-  Venga Indalecio, no empieces como siempre.
-  Encima tengo yo la culpa - Indalecio seguía con cara de bueno y una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja – Os contaría todo pero siempre se ha dicho que los secretos de alcoba nunca deben salir de la cama y yo estoy de acuerdo.
-  Ya, pero, esta que ha estado en la peluquería con su hijo, por la pinta, no tiene nada que ver con las otras – intervino Jesús
-  Entre otras cosas porque está casada – Luciano el del taller elucubraba por su cuenta
-  ¿Y porqué sabes que está casada? – Lorenzo hacía de Abogado del Diablo como casi siempre
-  Hombre, si Jesús dice que tiene pinta de seria y viene con el niño ¿hacen falta más pistas?
-  No se, pero a lo mejor es un hijo de soltera o es viuda ¡yo que se!
-  Bueno, el caso es que tenemos enfermera nueva y habrá que conocerla ¿no os parece?
-  Tranquilo Mario que todo se andará.

El tal Mario era nuevo en el pueblo y también en la cuadrilla. Era veterinario y estaba destinado por el Ministerio de Agricultura para hacer una campaña de inseminación artificial. Había ido por seis meses y llevaba casi dos años. Vivía solo en una casa en las afueras del pueblo. Era soltero y con fama de ser una persona seria y en el pueblo no se le conocían novias ni nada por el estilo. Salía poco y cuando lo hacía era siempre con Jesús y sus amigos. No iba nunca por  “Villa Felicidad” porque según él, nunca había pagado ni pagaría por servicios de tipo sexual.

-  ¿Sabemos donde vive?
-  Yo no – contestó Jesús – pero supongo que en el hostal porque, según me contó ha venido para hablar con el Alcalde y saber las condiciones económicas, como es la casa que le ofrecen y supongo que mil detalles mas.
-  ¿Y no te ha preguntado porque se fueron las otras enfermeras?
-  Si, pero prefiero que la historia se la cuente el Alcalde porque yo tampoco soy quien para saber si lo que dicen por ahí es verdad o no
-  Es buena idea y así si se queda será por decisión suya. Bien hecho – sentenció Lorenzo – pero de todas maneras yo creo que en esa casa pasa algo, no se que, pero algo raro hay
-  Hombre, pasar tiene que pasar porque si no ¿porque se fueron las tres anteriores?- ahora era Leocadio el que intervenía y que desde que le habían nombrado Jefe de Correos no se hablaba con el Indalecio, el único cartero que quedaba  – Yo sigo en mis trece, la casa de D. Ulpiano, el  Médico, está embrujada
-  Ya empezamos como siempre – Jesús pidió otra caña – la Julia se fue porque se enamoró de Mariano, el de las mulas y cuando éste decidió que se iba a Barcelona, ella se fue detrás, o sea que no fue por nada raro
-  ¿Y la Estrella? ¿también encontró novio? – Lorenzo sabía los bulos que se habían corrido por el pueblo. Primero que si estaba liada con el Alcalde, después que no que con quien tenía algo era con Don León,  el cura que era conocido en todos los pueblos de la comarca por sus frecuentes escarceos amorosos y al final que si venía un maromo de la capital y no se cuantas historias mas. El caso es que una noche de perros con los truenos anunciando la llegada de una buena tormenta y de manera precipitada,  abandonó el pueblo y a partir de ahí lo de siempre que si la había venido a buscar un desconocido en un Mercedes, que si había sido un secuestro en toda regla y los responsables habrían enterrado el cuerpo en cualquier monte y para la mayoría que se  había cansado de ser a la vez, el Médico,  la Comadrona y la ATS y había tomado las de villadiego

Fuera por lo que fuera, el caso era que después de varios intentos, el pueblo continuaba sin Médico de una manera regular y a expensas de los caprichos de D. Antonio María, Médico de un pueblo cercano y que solo acudía, cuando acudía, dos horas los lunes y jueves por la mañana a los pacientes con cartilla de la Seguridad Social y el resto del día estaba a disposición de todos los vecinos, según rezaba un cartel colocado en la puerta del consultorio, pero en plan privado, es decir, pagando y si lo llamabas un Sábado, un Domingo, un día festivo o por la noches ya podías ir preparando el bolsillo porque las minutas eran elevadas.



Lorenzo, el estanquero, era de la misma edad que Jesús, se conocían de toda la vida y ambos habían crecido en el pueblo, aunque Lorenzo no había nacido allí y ninguno de los dos habían tenido oportunidad de viajar. De complexión atlética, tenía mucho pelo en el exterior de su cabeza y pocas ideas en el interior. Normalmente tenía aspecto de limpio y habitualmente presentaba una agradable sonrisa. Era muy amigo de sus amigos y muy enemigo de sus enemigos de los que siempre hablaba mal sin importarle el lugar en el que se encontrase. Hablaba mucho y callaba poco por lo que demostraba cada dos por tres su escasa inteligencia. Por su verborrea habitual se había ganado algunos enemigos y hasta uno se la tenía jurada por unas tierras propiedad del padre de Lorenzo y éste no quería vendérselas al tal Donato por entender que no era del pueblo y esperaría pacientemente a otro comprador antes que al vecino 

Cuando se fueron las tres enfermeras, Lorenzo fue uno de los que mas discutió con el Alcalde la necesidad de contratar o no a una nuevo. Lorenzo era partidario del si, pero con la condición de definir previamente todas y cada una de sus funciones, no fuera a ser que, como en el caso de la Concha, se dedicara a llenar el pueblo de pasquines para que la gente dejara de fumar y una cosa era atender a los pacientes y otra perjudicar a su negocio haciendo que disminuyeran peligrosamente las compras.

En diferentes ocasiones había pedido al Alcalde que las pusiera en su sitio porque eran enfermeras, no Médicos y las campañas las hacen los Médicos. Claro que los del pueblo las trataban como facultativos y así no había manera de hacer carrera y el Alcalde le había respondido con lo de siempre, muy buenas palabras pero ninguna resolución. Todo se quedaba para el próximo pleno, pero hacía tanto tiempo que no se celebraba uno que hasta los empleados del propio Ayuntamiento quitaron la Sala de Juntas, cambiaron el cartel de la puerta y colocaron otro con la inscripción de “Casa del Pueblo de Don Jacinto” sin posibilidad de discusión porque ¿era una casa? Si, ¿estaba en el pueblo? Si y ¿estaba en el pueblo de Don Jacinto? Si, entonces ¿Quién osaba protestar? Y sobre todo que si hubiera alguien, que no lo había pero podía haberlo habido, tenía que hacerlo en el Pleno y ¿dónde se celebraría el Pleno si no había Salón de Plenos?


Si que es cierto, para que negarlo, que Don Jacinto le había dado un uso llamémosle que fraudulento porque en la susodicha Casa del Pueblo se había instalado el propio Alcalde hacía nada mas y nada menos que treinta y cuatro años. Allí había fallecido Doña Canencia, su anciana madre, también Luciana la madre de sus tres hijos, bueno de dos, porque el tercero era de dudosa procedencia y allí vivía instalado como un marqués, Don Jacinto con muebles antiguos comprados con el dinero de las arcas municipales y atendido por la fiel Luzmila de Todos los Santos Cárdenas, una dominicana sesenta  y tantos años mas joven que el máximo responsable municipal y que según las lenguas de doble filo presentes en todos los pueblos del mundo, ponía los lunes a Don Jacinto como el mejor amante del mundo mundial, mientras que el resto de la semana cambiaba al viejo edil por algunos jóvenes de la localidad que, por poco dinero y mucha discreción, se iniciaban en los placeres del sexo sin responsabilidad.        

Si no hubiera sido por la presión popular, Don Jacinto, el mismo día que enterró a su Luciana, hubiera nombrado a Luzmila de Todos los Santos Concejala de Bienestar Social que se lo tenía bien merecido, pero ante la reacción de los vecinos, desistió de tal empeño y la nombró Aseora del Sr. Alcalde con menos categoría en el escalafón municipal, pero el mismo sueldo. Con ello Luzmila de Todos los Santos mantenía en Santo Domingo a su marido, cuatro hijos habidos del matrimonio, sus padres y su suegra en la seguridad que volvería aunque no sabía cuando.

-  Jesús: entonces tu amiga la rubia ¿se queda o no? – Lorenzo preguntó mientras apuraba el último trago.
-  No lo se, porque ya te digo que casi no hablé con ella. Lo único que se es que hoy a las siete y media de la tarde estaba en el pueblo. Si va a dormir o no en el Hostal, no lo se
-  Seguro que si, pero lo tenemos fácil – ahora era Mario, el veterinario el que daba su opinión - pagamos las cañas y nos acercamos hasta allí, justo hoy está Tomás y ese se sabe hasta el número del carnet de identidad de tu amiga, ya lo verás.




  Belas

viernes, 22 de junio de 2012

LA ENFERMERA RURAL CAPITULO 2

Queridos Blogueros/as: Había empezado a escribir una historia que me estaba dando hasta miedo y no se a que tecla he dado que creo que se ha borrado todo. En vista de eso lo vuelvo a escribir y si sale lo anterior por alguna parte mejor para vosotros, dos escritos por el mismo precio
La cosa empezaba con poneros en situación, como estoy yo ahora mismo por aquello de poneros los dientes largos sobre todo a aquellos que no andáis sobrados de tiempo libre. En fin, amplio salón, recién remozado, música barroca y canto gregoriano en el equipo de música, toldo bajado para paliar el viernes de calor que nos ha tocado en suerte y así en la penumbra veo pasar por el fondo, daros cuenta lo grande que es mi salón, a un monje con la capucha cubriéndole la cabeza, arrastrando los pies por las piedras de un viejo claustro, con un libro sobre la vida de San Agustín entre las manos. Se acerca hacia donde estoy yo, me quedo quieto, no se que hacer, creo que casi voy a ir al cuarto de baño por si acaso, pero el monje viene hacía mi muy despacio, muy despacio, muy despacio ¿Que hago Dios mío? El monje acerca su mano derecha a mi mejilla, es una mano fría, parece la de un muerto y cuando ya estoy a punto de irme con él a ese convento del siglo XII oigo su voz grave que dice
-  Coño Tino no empieces otra novela que ahora toca la enfermera rural y así de esta manera, os habéis dado cuenta, blogueros/as que hoy estoy inspirado, os envío el capitulo dos de la Enfermera rural. Espero que os guste y como siempre espero vuestros comentarios
Un abrazo
Tino Belas




CAPITULO 2.-

Un día, después de haber cerrado. Don Lucas invitó a Jesús a dar una vuelta por el parque. Serían las ocho y media de la tarde y entre árboles centenarios, Don Lucas le planteó la posibilidad de dejar el negocio y que lo llevara él, - al fin y al cabo llevas tantos años conmigo que podrías ser mi hijo,- le insinuó. D. Lucas estaba dispuesto a retirarse, pero con la condición de llevarse una parte del rendimiento del negocio. No quería vender, ni tampoco alquilar, quería un porcentaje, que podemos negociar el que nos parezca justo y así ni tú tienes que pagar traspaso y yo sigo cobrando algo de la peluquería que para eso la fundé hace ya un montón de años y he tenido que  soportar épocas buenas, épocas regulares y épocas malas

Jesús permanecía en silencio esperando que su Jefe le explicara cuales eran sus pretensiones, pero D. Lucas a quien las malas lenguas le achacaban una cierta avaricia, no soltaba prenda. Hablaba, hablaba y hablaba sobre los muchísimos gastos que había tenido que soportar durante los muchos años que había estado al frente del negocio y eso le obligaba a pedir de su futuro socio un treinta por ciento de la facturación. Sabía que era una cantidad importante pero Jesús tenía que sopesar también las ventajas. Efectivamente el treinta por cien parecía mucho pero a cambio, D. Lucas le dejaba la peluquería como estaba. Por no retirar no retiraba ni la colección de brochas que adornaba una de las estanterías.

El ya casi perfecto peluquero había pensado que la cantidad oscilaría entre un diez o un quince por ciento, pero un treinta le parecía excesivo, sobre todo, si tenía en cuenta que últimamente los clientes los aportaba él porque D. Lucas pasaba de estar muchas horas de pié. Intentó razonar ante su Jefe pero éste no estaba dispuesto a rebajar ni un céntimo sus pretensiones y Jesús aceptó, después de intentar una negociación,  porque sabía que le podría engañar en la cantidad a aplicar el porcentaje de tal manera que, al final, le saliese el quince por cien.

Con un simple apretón de manos sellaron el pacto y quedaron en reunirse todos los primeros viernes de mes para hacer cuentas y ajustar las cantidades a abonar.
                                                
-  No hace falta decir que el porcentaje se hará después de descontar los gastos ¿le parece?
-  Bueno -  D. Lucas adoptó el aire paternal que tanto le gustaba – no quiero que pienses que intento abusar de ti, o sea que acepto. Hacemos la división después de deducir los gastos y tan amigos.
-  Muy bien, D. Lucas. Espero que no tengamos ningún problema.
-  Seguro que no, Jesús.

De esta manera, Jesús se convirtió de la noche a la mañana en empresario del cabello. Ya podía aceptar la continuación del Genaro como ayudante porque aunque no era ninguna eminencia estaba puesto, sobre todo, para el corte y también aunque en labores mas propias de un aprendiz aceptaría al hijo mayor de Lorenzo, el carnicero, que estaba allí mas por la amistad entre Jesús y su padre que por el interés que el chaval demostraba a diario. El Lorencito quería ser pastor  y pasarse el día en el campo con  las ovejas. Su afición era tal que en cuanto Jesús se descuidaba lo mas mínimo, el Lorencito se iba por los caminos en busca de rebaños y aprovechaba para hablar de tu a tu con los pastores como si fuera uno mas.

Como Jesús era consciente de la situación,  trataba de mantener largas conversaciones con el chaval y en muchas ocasiones se encontraba con que le estaba aconsejando y diciéndole lo mismo que le decía su padre a él mismo. La historia siempre se repite – pensaba – pero este chico acabará siendo pastor porque es  terco como una mula y lo conseguirá, pero es una pena porque casi no sabe ni leer ni escribir y podía aprovechar mejor su tiempo. Si que es cierto que su trabajo en la peluquería le vale para ganar algo para sus gastos, pero de ahí no pasará si no pone interés y lo va a tener complicado.
Caso diferente era el de Genaro. Era un chico listo, buen profesional pero por su carácter nunca había llegado a congeniar con él y tenía claro que en cuanto encontrase otro ayudante lo ponía de patitas en la  calle, a pesar de hacer las cosas bien.

Para Jesús no solamente había que dominar las técnicas del corte o del afeitado para ser un buen profesional. Eso se daba por hecho. Lo más importante era el trato con el cliente, el ser como un poco psicólogo y ahí es donde fallaba Genaro. Trataba siempre de imponer su criterio en cuanto al corte de pelo porque, según él,  cada cara necesita un corte determinado y él como profesional era el que lo tenía que decidir. Algunos clientes se dejaban hacer, pero otros se negaban en redondo y hasta hubo alguno que se levantó del sillón y esperó a que le tocara el turno con Jesús para que se lo cortara como quería el poseedor de la cabellera y no el peluquero. Por este motivo, Genaro era querido por algunos en el pueblo y odiado por otros y para Jesús no era buena cosa, pero de momento no había quien lo sustituyera.

El pueblo y naturalmente todos los que en el moraban vivían el sueño del abandono. Los días transcurrían con lentitud con pequeñas cambios por aquello de la meteorología. El silencio era el amo y señor de calles y caminos alterado únicamente por el ruido de alguna grúa que trasladaba material para rehabilitar alguna vivienda. Los tejados eran testigos de lo que ocurría en su interior y así adoptaban un color negro como símbolo de  tristeza y monotonía. Era un pueblo en el que nunca pasaba nada y en el que Jesús era feliz. Su trabajo en la peluquería le llenaba las horas centrales del día y le dejaba muchos huecos para disfrutar de sus amigos. Era un privilegiado para el resto de los habitantes del pueblo porque no tenía que levantarse con el alba para las labores del campo y encima de levantarse a las nueve de la mañana, iba andando a su trabajo del que distaba no mas de quinientos metros. Entre cliente y cliente tomaba algún café en “El Central” y a la una, mas o menos, tomaba el aperitivo con sus amigos en “La bodeguita”, siempre un vaso de vino blanco y algunos manises y si se terciaba, lo cual no era habitual, se tomaba otro vino en “Casa Amparo” Comía en su casa con sus padres mientras veían el Telediario, un si pero no de siesta y a las cuatro ya estaba de vuelta en “El Central” para la partida de dominó que se prolongaba por espacio de una hora u hora y media. Vuelta a la peluquería y a las ocho comenzaba la segunda parte: vino, esta vez tinto en “La Bodeguita” ocasionalmente otro en Casa Amparo y a casa. Los viernes y sábados se diferenciaban del resto de los días de la semana porque la jornada no terminaba temprano, sino que se prolongaba hasta altas horas de la madrugada en “Villa Felicidad” un bar de copas y de alterne, de esos de carretera próximo a una gasolinera. Allí charlaban con las chicas, disfrutaban de una amistad que solo permanecía en el interior del local y  a veces disfrutaban de sus servicios. Una vez cerrado el local, las chicas desaparecían y eran trasladadas en una furgoneta a un lugar desconocido evitando cualquier tipo de contacto fuera del club. Eran chicas de distintas nacionalidades, fundamentalmente del este de Europa, que casi no sabían hablar español y por lo tanto resultaba muy difícil establecer una mínima amistad. Ellas no contaban nunca sus problemas, se sentían permanentemente vigiladas por sus mentores y solo establecían una relación estrictamente profesional con sus clientes y en cuanto se pasaba la hora, volvían con otros clientes y así un día y otro, hasta que sus jefes decidieran y entonces las desplazaban a otra provincia, otra autonomía o incluso a otros países. Una esclavitud en toda regla disfrazada con una sonrisa oculta tras una gruesa capa de maquillaje.

Un viernes por la tarde de un caluroso mes de Agosto, cuando Jesús ante la ausencia de clientes estaba a punto de finalizar la jornada de trabajo, recibió la visita de una mujer joven, rubia de ojos claros, no muy alta acompañada de un niño de diez o doce años. Quería que le cortara el pelo al niño. Jesús consultó su reloj y aunque era un poco tarde, pasaban unos minutos de las ocho, invitó al niño a que se sentara. Tomando el pelo entre sus dedos preguntó a la madre
-  ¿Cómo quiere que se lo corte?
-  Normal, tirando a corto, si le parece bien.
-  Muy bien. Vamos allá.

Jesús ajustó la sabana por debajo del cuello de la camisa del niño, le aconsejó que se estuviera lo mas quieto posible y comenzó a rebajar el pelo con una tijera. Por el rabillo del ojo observaba a la madre a través del espejo y la vio como parecía totalmente entregada a la lectura de un Hola. Era una señora atractiva, así como de treinta y tantos años o algo menos, no era una rubia explosiva pero tenía algo que la hacía atractiva. Estaba sentada en una de las sillas, cruzaba y descruzaba las piernas cada poco y se retiraba un mechón de pelo de la cara con un movimiento instintivo.

Mientras iba cortando el pelo y con la idea de hacerle que el tiempo se le hiciera mas corto, preguntó al niño
-  ¿Como te llamas?
-  Yo me llamo David ¿y tú? – contestó el niño con un desparpajo un poco impropio para su edad
-  Yo me llamo Jesús y soy el peluquero del  pueblo.

David le miraba con curiosidad y de vez en cuando movía la cabeza lo que hacía que Jesús le obligara a estarse quieto.

La madre desde la silla del fondo le decía:
-  Estate quieto y así este señor te cortará el pelo mejor ¿de acuerdo?
-  Si, Mamá, pero es que me canso
-  Venga, estate tranquilo y ya verás como termina enseguida.

Jesús la volvió a mirar a través del espejo y ella abrió los brazos como queriendo justificar la postura del niño.

La tijera gobernada con acierto por Jesús, iba haciendo su trabajo y así tanto acortaba el recorrido de las patillas como corregía la dirección del flequillo. Jesús continuaba concentrado en su trabajo, pero no dejaba de observar a la madre del niño que se mantenía concentrada leyendo una revista.

Desde que comenzó con el oficio, tenía la costumbre de hablar con los clientes mientras les cortaba el pelo y así por un lado intentaba que el tiempo se le hiciera mas corto y por otro se sabía la vida y milagros de todo el pueblo y en este caso con mas motivo.

Mientras continuaba con el corte preguntó:
-  Ustedes no son de aquí ¿verdad?
-  No, no, claro que no – contestó la madre – vivimos en Madrid, pero hemos visto un anuncio en el periódico en el que se ofrece un puesto de ATS para ayudar al Médico y he venido para ver como son las condiciones y si me puede interesar.
-  No, pero no es para ayudar al Médico – Jesús la miró desde el sillón de barbero- entre otras cosas porque ya no hay Médico
-  ¿Se ha ido?
-  No, sigue siendo el mismo pero solo viene un día a la semana.
-  ¿y eso?
-  Pues no se lo que habrá pasado, sinceramente no lo se, es posible que tuviera menos enfermos porque ya sabe usted que los pueblos se están quedando vacíos, pero sea por lo que sea el caso es que Don Antonio María no viene casi nunca
-  Y si hay una urgencia ¿viene o tampoco?
-  No lo se – Jesús nunca se había visto en esa situación- yo creo que si está de guardia si que viene pero si no, lo que se suele hacer es llamar al Eduardo, el taxista y te lleva al Centro de Salud y si allí lo consideran oportuno te envían en ambulancia al Hospital
-  Total, que están dejados de la mano de Dios.
-  Hombre, tanto como eso no, pero si que antes estábamos mejor, porque estaba D. David , el practicante de toda la vida que al Médico le resolvía casi todos los problemas y desde que se murió,  han pasado dos o tres enfermeras y ninguna le llega ni a la suela de los zapatos.
-  O sea que no soy la primera
-  No, han venido, tres y a los pocos meses se han ido las tres.
-  De donde se deduce que la cosa está complicada – Sofía iba encontrando cada vez más dificultades para aceptar el cargo y eso que por no saber no sabía todavía ni las condiciones económicas.
-  No le puedo decir porqué se han marchado, aunque ya sabe como es la gente en los pueblos y se ha dicho de todo de las tres, pero la verdad es que, por lo menos yo, no se porqué se han ido.
-  Pero ¿sabe si tuvieron problemas con el Médico?
-  No lo se, pero seguro que si. Es lógico, mañana te quedas aquí y empiezan a ir pacientes a tu consulta y esos pacientes dejan de ir a la consulta de D. Antonio María y a este le molesta eso es lógico ¿no?
-  Bueno, según se mire porque si no está tiene poco derecho a protestar
-  Ya, pero lo difícil es saber si no esta porque no tiene enfermos o no tiene enfermos porque no está.
-  Pues, para mi es muy fácil – Sofía dejó la revista encima de la mesa – no tiene enfermos porque no está. Si estuviera la gente iría a su consulta entre otras cosas porque no hay otro.
Si posiblemente tenga usted razón, no lo sé. En fin – Jesús retiró la sabana del cuello del niño y le limpió con un cepillo – caballero, hemos terminado.
Muchas gracias – dijo la madre mientras miraba el corte de pelo.
-  Gracias a usted
-  ¿Qué le debo?
-  Como David se ha portado como un hombre y es la primera vez que viene a la peluquería,  le regalo el corte de pelo, pero la próxima vez ya le cobro normal.
-  Muchas gracias – Sofía le dio la mano – y tu ¿no tienes nada que decirle al señor?
-  Muchas gracias, Jesús.
-  De nada chaval y hasta la próxima.

Jesús, como hacía con todos los clientes, les acompañó hasta la puerta y abriéndola se despidió de ella y el niño con un hasta pronto. La madre y el niño caminaron por la calle hasta perderse al doblar la primera esquina, bajo la atenta mirada del peluquero.

Como ya no quedaba ningún cliente, Jesús se sentó en el sillón, cerró los ojos y dejó volar su imaginación. Se veía locamente enamorado, como le ocurría casi siempre, pero esta vez había sido diferente que con las chicas de Villa Felicidad. A aquellas las veía como meros objetos de deseo, mientras ésta tenía algo que no sabía definir pero que la hacía completamente distinta. Las chicas de Villa Felicidad se vestían de manera provocativa para lograr su objetivo mientras que la enfermera llevaba una camisa blanca y unos vaqueros normales y corrientes. El maquillaje, poco o mucho de la mañana, había desaparecido sin dejar rastro y quedaba una imagen normal sin rasgos que la hicieran muy distinta. Los ojos de un gris profundo estaban protegidos por unas pestañas bien cuidadas y el pelo rubio recogido en una especie de coleta, completaba un cuadro que se presentaba como muy agradable.

Cuando la mujer desapareció de la vista del peluquero, éste se dio cuenta que no sabía ni como se llamaba pero bueno, el pueblo es muy pequeño – pensó Jesús -  y mañana me enteraré

sábado, 16 de junio de 2012



Queridos blogueros/as: Como lo prometido es deuda os envío el primer capítulo de una nueva novela que se llama la Enfermera Rural. Espero que os guste y paséis un rato agradable que es de lo que se trata.
Lo bueno que tiene esto de escribir una cosa y no volverla a leer es que no me acuerdo de nada y así como para vosotros es una novedad, tengo que reconocer que para mí también y por eso me hace mucha gracia ver cosas como que los dientes se le habían caído en el fragor del combate diario con los alimentos ¿eso lo he escrito yo? seguro que si, pero me resulta curioso.
A propósito solo he leído el primer capítulo y poco a poco vosotros y yo nos iremos enterando que pinta el tal Jesús en una novela sobre una enfermera rural. Se verá
Os aviso también que es bastante larga, o sea que tenemos para unos cuantos sábados.
Un abrazo 
Tino Belas








LA ENFERMERA RURAL












F. Belascoain
Octubre 2009








CAPITULO 1.-

Jesús el peluquero no era de allí, pero llevaba tantos años en el pueblo que para la mayoría era uno más. Como a todos, el tiempo le había dejado sus huellas y de ser un apuesto mozo pasó a ser un señor, más o menos decrépito, con la cara surcada con múltiples arrugas que iban variando de dirección. En la frente discurrían horizontales, excepto en el entrecejo  que se transformaban en verticales y se prolongaban hasta unas mejillas enrojecidas. Los ojos de un gris intenso permanecían protegidos por unas cejas bien pobladas denotando un cierto cansancio. Unas recientes cataratas le habían hecho reflexionar y, aunque no se cuidaba especialmente, si que procuraba llevar siempre unas gafas de sol para evitar sobresaltos. De hecho en su peluquería había retirado unos cuantos tubos de neón haciendo que predominara la luz solar sobre la artificial.

La boca era grande de labios bien contorneados que dejaban paso a una dentadura desarrollada a su aire. Uno de los incisivos tenía su base en la encía a un centímetro por debajo del resto y los demás parecían entes autónomos. Unos eran cortos y romos, otros afilados y puntiagudos y algunos, mas de los que hubiera deseado, habían caído en el fragor del combate diario con los alimentos.

 Toda la cara estaba enmarcada por un flequillo primorosamente arreglado con cada pelo en su sitio exacto. A los lados unas importantes patillas que casi se continuaban hasta la barbilla completaban el cuadro. Las orejas grandes y con la característica que el lóbulo de la izquierda estaban partidas a la mitad producto de alguna reyerta de juventud.

La nariz se presentaba grande, bien contorneada y como queriendo ser un remanso de paz en las angulosas formas de su cara.  El resto del cuerpo estaba formado por un cuello muy corto al que resultaba imposible colocar una corbata, un tórax delgado posiblemente por falta de espacio porque el abdomen era voluminoso y estaba sostenido por unas piernas no muy largas que terminaban sistemáticamente en unos zapatos de plataforma con suela de goma que le hacían parecer tres centímetros mas alto y le permitían resistir las muchas horas que diariamente permanecía de pié .

Los brazos bien musculados  finalizaban  en unas manos cuidadas con esmero durante muchos años. Las uñas estaban perfectamente recortadas y el barniz que se aplicaba todas las mañanas las hacía relucir como si fueran pintadas. En conjunto, quería representar el estado de ánimo de un hombre sin futuro cuando a los catorce años decidió dejar de estudiar  y entrar como aprendiz con Don Juan, el peluquero de toda la vida, en contra de la opinión de su padre que pretendía que continuase estudiando y terminase en la capital haciéndose universitario.

La peluquería, su lugar de trabajo habitual, estaba ubicada en un pequeño local en el centro del pueblo y en el que cinco o seis sillas de riguroso skay rojo daban paso a dos sillones de casi cien años de antigüedad, los conocidos  “tronos”, no tanto por su valor material, le habían costado cien mil pesetas los dos en un chambón de la capital, sino por su aspecto señorial. Eran sillones labrados, con un pedal a la derecha para ajustar la altura y una base ancha para evitar pequeños movimientos que entorpecerían su labor.

Enfrente de los sillones, un amplio espejo con algunas melladuras producto de tantos años de contribuir a mejorar la visión de los clientes y a los lados varias estanterías de cristal en las que se depositaban los diferentes instrumentos necesarios para desarrollar su trabajo, a saber: maquinillas de cortar el pelo con los dientes de diferentes calibres, peines varios, algunas brochas de afeitar, una especie de lengüeta de fieltro para afilar las antiguos cuchillas de barbero, algún cepillo, diferentes tijeras  y los inevitables frascos de Barón Dandy , panzudos y con una perilla a la que se llegaba a través de una goma. Un calendario con la vista aérea del puerto de la ciudad de Buenos Aires y un reloj con las manecillas agotadas de dar las horas completaban la decoración.

Al lado de una de las sillas, una mesa baja soportaba el peso de los periódicos del día, algunas revistas sobadas por tantas manos y hasta un número del Boletín Oficial del Estado en el que, por casualidad, se especificaban los requisitos mínimos para obtener la licencia de “Oficina de Peluquería”.

Un perchero de tres patas a la entrada, un mapa de París y una caracola regalo de algún cliente eran los complementos ideales para las cinco sillas de skay rojo. 

Allí, en esa peluquería de pueblo que estaba como estaba desde hacía por lo menos cincuenta años, inició su andadura profesional el joven Jesús bajo el mecenazgo de Don Lucas, peluquero que presumía de haber cortado el pelo a lo mejorcito de la sociedad madrileña en aquella época en que deambulaba por la capital allá por los años treinta.

Jesús empezó como deberían empezar todos los que empiezan a los catorce años, preparaba las brochas para el afeitado, en algunos casos hasta le dejaban dar el jabón, afilaba la cuchilla,  limpiaba los hombros del cliente con un cepillo y como final recogía todos los pelos con un cepillo, los apilaba en un recogedor y los metía en una bolsa de plástico negra que depositaba en un pequeño cuarto de basura.

A la hora de cerrar el establecimiento es cuando se misión se tornaba fundamental, tenía como obligación fregar el local y dejar todo como una patena. La jornada laboral era de nueve a dos y de cinco a ocho y media, pero entre limpiar, preparar todo para el día siguiente, etc…etc, nunca salía antes de las nueve y media. Parecía un horario tremendo para un niño de catorce años pero, como dice el refrán, sarna con gusto no pica y lo que para muchos sería agotador, para él, no solo resultaba gratificante si no que muchos días se quedaba mas tiempo dando rienda suelta a su imaginación. Se colocaba detrás del sillón, se ajustaba la bata y cortaba el pelo nada menos que al Rey y al terminar y enseñarle el corte con el espejo, éste se mostraba encantado y después de agradecerle su trabajo le dejaba una suculenta propina.

Esos días su padre le llamaba la atención por llegar tan tarde a casa. No podía entender que es lo que hacía hasta esas horas cuando la peluquería cerraba a las ocho y media y aunque Jesús trataba de explicárselo, el padre se sentía víctima de una mentira piadosa y a pesar de su insistencia en que le contase la verdad, Jesús sabiéndose en posesión de la verdad, no daba su brazo a torcer e instaba su padre a que le demostrase que se había retrasado porque había estado jugando

Poco a poco el niño se fue haciendo mayor y los parroquianos que semanalmente visitaban la barbería le pedían que ejerciera de peluquero o por lo menos les pusiera la sábana en el cuello. El niño, casi hombre, cumplía el encargo con diligencia y a continuación llamaba a su Jefe para que completara la tarea. Algunos incluso le ofrecían su cabellera para iniciar su formación, pero Jesús no se atrevía y siempre les contestaba:

-  Muchas gracias, Señor, pero todavía es pronto.

El padre del chaval, Indalecio, era hombre versado en plantas medicinales y en la botica, donde llevaba mas de cuarenta años ejerciendo de mancebo, se había convertido en la mano derecha de Don Cesáreo Lopez Mansilla farmacéutico de la localidad desde que murió su padre que había sido el iniciador de la saga Lopez Mansilla Farmacéuticos..

Indalecio y su mujer, Encarnita, tuvieron cinco hijos de los cuales tres les salieron unos estudiantes ejemplares y dos un poco mas díscolos. Los primeros fueron universitarios y hasta terminaron sus carreras  con excelentes resultados mientras que los dos últimos no querían saber nada ni de la Universidad ni de vivir en la capital.

Luís, el cuarto, había decidido que su futuro tenía que estar basado en viajar y así lo había decidido desde que fue mayor de edad estando mas tiempo fuera que en su casa. Aficionado a la fotografía recorrió medio mundo plasmando en imágenes lo que ya se sabía por los periódicos y así mataba sus dos grandes aficiones. Viajaba y hacía fotos que con el paso del tiempo le reportaban multitud de recuerdos. Al principio viajaba con la cabeza rebosante de ilusión y poco dinero. Fotografiaba todo lo que se ponía a tiro de su objetivo y gastaba cientos de carretes para obtener cuatro o cinco fotos presentables que eran las que enviaba a las agencias. Habitualmente se las devolvían con notas al margen y ninguna remuneración económica. Con la llegada de la fotografía digital se quintuplicaron las fotos y con una de ellas tuvo la suerte de hacerse primero rico y posteriormente famoso con lo que no tenía que andar mendigando el ser recibido por algún director de periódico.

Por pura casualidad, aunque como él repetía sistemáticamente  para que se produzca tienes que estar ahí, había conseguido fotografiar al asesino del Primer Ministro de Paquistán. Como espectador de paso del primer mandatario estaba haciendo distintas fotos y en una de ellas se apreciaba claramente la presencia de un hombre alto, pistola en mano, disparando hacia el Señor Presidente. Luís se puso en contacto con la Embajada y les cedió la foto como prueba para el juicio. Fue magníficamente recompensado por las autoridades paquistaníes y desde entonces sus instantáneas eran objeto de deseo para los más famosos editores de los periódicos más importantes del mundo.

Como ocurre muchas veces en la vida, un golpe de fortuna hizo que su vida cambiara, posiblemente ahora viajaba más pero veía menos porque se desplazaba con objetivos planificados con anterioridad. Siempre se ha dicho que el hambre agudiza el ingenio y en su caso había sido verdad. Tenía la impresión que ahora era peor reportero que hace unos años, eso sí comía y dormía en los más lujosos hoteles del mundo, pero siempre discurría por los cauces oficiales. Cambiaba de novia como de cámara y su único objetivo en la vida era hacer cada día una foto mejor. Podía estar en países civilizados y sin embargo su espíritu aventurero lo llevaba por los lugares más inhóspitos de la tierra tratando de reflejar con su cámara las desigualdades del mundo que le había tocado vivir.

Jesús, el quinto de los hijos de Indalecio el de la botica, demostró desde muy pequeño un mas que escaso interés por los libros. No le gustaba leer, se distraía con facilidad y su cabeza siempre estaba pensando en otras cosas  A pesar de todo, Don Nicasio, El Maestro, le dedicaba una buena parte de su tiempo demostrándole un mayor interés que al resto de la clase y a pesar de todo, Jesús le hacía oídos sordos. Casi nunca hacía los deberes porque su diversión era jugar, no estudiar. Su padre perdía la paciencia con facilidad y le repetía constantemente que así no iba a ninguna parte, que tuviese como ejemplo a sus hermanos, pero Jesús lo tenía claro, no quería estudiar, por supuesto no tenía ningún interés en salir del pueblo y mucho menos renunciar a sus amigos por irse a estudiar fuera. A pesar de sus catorce años, era consciente que con su actitud se cerraba numerosas puertas, se limitaba para toda la vida al ámbito de un pueblo perdido sin posibilidad de progresar. Su meta era llegar a peluquero y para eso no necesitaba perder el tiempo en aprender latín o aprender a sumar quebrados. Lo que necesitaba era tiempo para irse con Don Lucas y empezar como cualquier aprendiz.

Convenció a su padre para que le  diera permiso durante un año y si en ese tiempo no se ganaba la vida, el padre tenía el derecho de hacerle volver a estudiar. Tuvo que terminar el Bachillerato Elemental y en cuanto lo hizo, adiós a los libros y a centrarse en lo que había que centrarse que no era otra cosa que la peluquería de Don Lucas. Entró como aprendiz, no cortaba el pelo, pero si afeitaba con ilusión y habilidad, hacía los pies como le había enseñado Don Lucas y hasta se atrevía con algún bigote rebelde. Además, si algún cliente necesitaba que le hiciese algún recado, Jesús era el recadero ideal, diligente y siempre con una sonrisa entre los labios, lo mismo le compraba la lotería a Doña Lola la de la mercería , que le hacía un giro postal al hijo de Doña Juana que se había ido a Japón en busca de fortuna y a lo que se ve todavía no la había encontrado o repartía algunas barras de pan a algunos mayores que por su enfermedad no podían acercarse a la tahona o llevaba algunos pedidos del ultramarinos y hasta algunos fines de semana hacía de canguro para que algunos padres  pudieran disfrutar de una larga noche en la ciudad sin estar pendientes de los niños.

Todos estos trabajillos le reportaban unos ingresos suficientes para un niño de su edad que le permitían disfrutar de pequeños lujos y sobre todo no tenía que pedir nada en casa.

Cuando cumplió los dieciocho, siendo ya un experto peluquero, montó un pequeño bar en el único local que estaba en disposición de ser alquilado. Era pequeño, no estaba situado en el mejor lugar del pueblo, tenía poca luz y el patio no disponía de cerca alguna. En fin, un local que reunía todas las condiciones para que el negocio fuera una ruina. Sin embargo Jesús lo tenía claro. Si era capaz de dotarlo de una buena luz, decorar las paredes con fotos que le dejase su  hermano y disponer de un buen equipo de sonido, el negocio estaba asegurado. Eso si, un negocio relativo porque solo pensaba abrir los fines de semana. Su vida era, y deseaba que siguiera siendo,  la peluquería y aunque era consciente que si abría mas días a la semana podía aumentar sus ingresos con lo que llenaría sus bolsillos, pero los vaciaría de tiempo y la premisa fundamental de su vida y por la que no se había ido a la ciudad era el tiempo libre. Toda su actividad estaba enfocada a, por supuesto ganar dinero, pero sobre todo a disponer de tiempo para disfrutar de sus amigos que era su mayor tesoro y de los que no estaba dispuesto a prescindir.

Desde que consiguió que Don Lucas le traspasase el negocio, tenía que reconocer que le iba razonablemente bien, ganaba su dinerito,  tenía dos aprendices, uno bueno y otro algo menos, vivía bien, se permitía el lujo de levantarse tarde,  jugar una  partida de cinquillo todas las tardes y terminar relativamente pronto para ir de vinos con los amigos. En fin, una vida cómoda con la facilidad que brindan los pueblos, pero hasta conseguir esa situación había tenido que luchar de manera importante, sobre todo, para conseguir que Don Lucas le vendiera su negocio.

Don Lucas era y estaba mayor, muy mayor, el peso de los años le impedía llevar su negocio como Dios manda y cada vez delegaba más en Jesús y hasta los propios clientes solicitaban más la presencia del aprendiz que del maestro. Don Lucal lo aceptaba con resignación cristiana y últimamente por aquello del daño cerebral inherente a su edad, pasaba mas tiempo piropeando a las chicas que pasaban por delante del establecimiento que a tratar de mantener el negocio que le había dado de comer durante tantos años. Don Lucas vivía de las rentas, también es verdad que era viudo y con escasos gastos y por lo tanto el hecho de traspasar la peluquería no le resultaba perentorio. Si las condiciones fueran favorables para él podría traspasarla, porque no, pero si se quedaba con ella tampoco era ninguna tragedia.

martes, 12 de junio de 2012


Queridos Blogueros/as: Tengo que pediros perdón porque el sábado pasado se me olvidó por completo escribir algo y por eso lo mando a estas horas que es cuando me he acordado. También debo de reconocer que este capitulo final de la historia de mis nietos no lo he leído con calma y no me he enterado muy bien de que va, pero bueno, como es el último tampoco es mucho problema. Espero que os guste y para la próxima semana comenzaré con una nueva novela por entregas y también escribiré algo mas, porque ahora con las bromas es muy de noche y aunque uno es un jubilado de lujo, también tengo mis sueños y de vez en cuando hasta trabajo, o sea que hasta la próxima
Un abrazo para todos/as y como siempre espero vuestros comentarios y un resumen final.

ECOGRAFIA Nº 7.-

DIARIO OFICIAL DEL PARLAMENTO BELASCOAIN

En Madrid a 28 de Noviembre de 2008 reunida la MESA DE ANCIANOS DEL PARLAMENTO BELASCOAIN en la sede parlamentaria habitual de  la Cámara de Marina en sesión extraordinaria  y ante la llegada de dos nuevos integrantes de esta Cámara se crea el siguiente



COMITÉ DE BIENVENIDA DE LOS ANDUJARINES



PRESIDENTA HONORARIA: DÑA BLANCA BASTARRECHE MORENO (Abuela bis)

COORDINADOR GENERAL : YO ( que para eso lo escribo)

VOCALES:

D. Javier Belascoain (por el grupo mixto de Jubilados GRUMIXJU)
Dña Mary Paz García (porque si)
Dña Blanca Belascoain ( por el mismo que el primero )
Dña Teresa Rivero (por el Rayo Vallecano RAVA)
D. Javier Saenz (por Oteruelo delValle OVA)
Dña, Conchita Belascoain (por el mismo que el primero)
D. Jose Felix Vazquez de Prada (por el mismo que el primero)
Dña Maca Belascoain (por lo mismo que la segunda)
D. Jose Belascoain (por el mismo que el primero)
Dña Patricia Portolés (por el pequeño comercio PECOM)
D. Jesús Belascoain (por el grupo de Sanidad Militar, Cartagena GRUSAMI)
Dña Pilar del Cerro (por lo mismo que el anterior sin militar GRUSA)
Dña Paloma Belascoain ( por el grupo de la enseñanza GRUENS)
D. Federico Fontanals (por el grupo Fontanals, que siempre ha habido ricos y pobres GRUFONT)


Con el fin que la organización sea lo mas perfecta posible y con el ánimo de fomentar el trabajo en equipo y disminuir el número de parados, se nombran las siguientes comisiones

1.- COMISION DEL PARTO:
Ponentes:
Dña María Perez Pardo, Dña Gloria Perez Pardo y Dña María Saenz

2- COMISION PARA ACTOS OFICIALES.-
 D. Javier Pardo, D. Pablo Pardo y D. Nacho Saenz  

3.- COMISION DE PRESUPUESTOS.-
 D. Fernando Perez Pardo, D. Pancho Perez Pardo y D. Santi Gonzalez

4.- COMISION DE PROPAGANDA.-
 Dña.Blanca del Olmo, Dña Paula Perez Pardo y  Dña Lucia Dominguez

5.- COMISION DE RELACIONES CON LAS COMUNIDADES AUTONOMAS.- Dña Mar Gonzalez, Dña Ana Novoa y D. Almudena Saenz.

6.- COMISION DE EXPERTOS EN ESTAS MATERIAS
Dña Cristina del Olmo, D Jaime Saenz y Dña Natalia Dominguez


Los integrantes de cada comisión se verán obligados a presentar en el plazo mas breve posible los resultados de sus votaciones y los acuerdos a los que han llegado. Estos acuerdos serán discutidos entre los diferentes vocales y finalmente será la Presidenta de Honor la que decida la cuantía de la partida presupuestaria y de ello informará puntualmente al Presidente del Gobierno para su inclusión en los Presupuestos Generales del Estado.

Madrid, 28 de Noviembre de 2008



Mientras la Comisión de Bienvenida decidía los actos a realizar, Rafael y Teresa abandonaban el uterapartamento con lágrimas en los ojos. Con las bromas habían sido ocho meses de íntima convivencia, con días buenos, malos y regulares, cuentos y juegos, pequeñas enfermedades, movimientos bruscos cuando las ecografías, algunos dolores, cabreos por aquello de la falta de espacio, pero todo se daba por bien empleado porque habían llegado al final que era el objetivo deseado. Ahora quedaba posiblemente lo mas complicado y era la fase del parto para la que se habían preparado a conciencia a través de Uternet, pero una cosa es la teoría y otra la práctica.
Sabían que tenían que esperar a que se abriera aquella puerta de la vagina que siempre había estado cerrada a cal y canto. Conocían mas que de sobra que era necesario hacer algo de fuerza para que a través de una rendija se iniciase el proceso pero, por mas que empujaban, no conseguían mover las pesadas hojas de la puerta ni un milímetro. Le daban patadas, se apoyaban con todas sus fuerzas y nada de nada.
Un día en pleno esfuerzo apareció un señor con una chilaba y zapatillas de punta. Se sentó al lado de ellos y apoyó la barbilla en sus rodillas. Así estuvo por lo menos media hora mientras los Andujarines lo miraban esperando algún movimiento.
(En este momento de tanta tensión, seguro que estáis pensando que ese que se sienta es Illo por aquello que le escribí cuando se iba a casar, pues podía ser ¡porqué no! pero no os adelantéis a los acontecimientos porque no es él)
Teresa se acercó a aquel hombre tan extraño, se le quedó mirando como solo se quedan los niños y el hombre ni se inmutó. Permanecía con los ojos cerrados y como si estuviera meditando. Solo de vez en cuando se metía un dedo en la nariz pero sin sacarse ningún moco. Una vez escupió y Teresa se separó rápidamente. Rafael observaba todo desde su sitio y se estaba empezando a cansar de aquel imbécil. Se metía entre ellos y solo  para molestar. Estuvo un rato quieto y como si notara algún peligro, se retiró la capucha y exploró los alrededores con parsimonia. Incluso de un bolsillo sacó unos prismáticos, oteó el horizonte y por fin habló
-         Creo que no hay moros en la costa – anunció con voz ronca
-         ¿Y tú no eres moro?  - preguntó Rafael con candidez
-         Yo que voy a ser moro – se quitó la piel tirando suavemente de ella comenzando en una oreja, la peluca siguió el mismo camino y apareció otra vez la figura mas que conocida para ellos del……………………………….
-         ¿De quien será la figura?
Toda la sobrinada levantaron las manos a la vez
-         Yo lo se
Hacemos como hace un rato y así cada padre que se imagine a quien me refiero
-         Yo, yo, déjame a mi que yo si que me lo se
-         Venga di, la figura era ¿de?
-         Yo creo que de la abuela bis
-         Pero como va a ser la abuela bis si es un hombre
-         ¿Es gordo?
-         ¿Es calvo?
-         ¿Es Médico?
-         ¿Es el que se inventa el cuento?
-         Dejarme a mi yo saberlo muy bien –
-         Ya está aquí el de antes, pero ¿se puede saber quien eres?
-         Ya decir antes. Yo ser Pablosky sin sky
-         Eso me parecía a mi, pero antes hablabas como con la erre y ahora no
-         Hablo igual, lo que pasa es que antes tu ponías las erres en el ordenador y ahora las pones y se borran ¿a que si?
-         Si, eso es lo que está pasando
-         Claro, eso es natural porque el ordenador no sabe ruso y sino te lo crees haz otra vez la prueba: pon que tal estas con siete eses al final ¿te sale?
-         Espera que hago la prueba: que tal estassssssss ¡anda! Ahora ha salido bien ¡que raro! Bueno que todos los males sean estos vuelves a hablar en ruso y tan amigos ¿te parece?
-         Me parrrrrrece bien
En la esquina dos que parecían gemelos comentaban entre si
-         Este cuento es un coñazo
-         Yo lo que quiero es jugar con mis coches
-         Pues venga, vámonos y a este gordo panzudo que le vayan dando – los dos se levantaron tranquilamente y con pinta de no haber roto un plato en su vida salieron de la habitación.
-         Bueno, venga vamos a seguir. Naturalmente que ese gordo era yo ¡¡¡EL BIABUELO!!! (Ahora tenéis que aplaudir que para eso he llegado.)
La sobrinada se puso en pié, menos los mas pequeños que no sabían y aplaudieron a rabiar ante la presencia de tan ilustre personaje 
Loa Andujarines tenían cara de aburridos y el abuelo los animaba diciendo que la cosa ya iba rápida y que dentro de nada estarían con todos sus primos. Parece que esta explicación los dejó tranquilos y mientras tanto en el Parlamento de los Belascoaines continuaban las reuniones a un ritmo desconocido. Las diferentes comisiones se reunían una vez al mes ante la perplejidad de los bedeles que nunca habían visto a ningún grupo trabajar tanto, excepto aquella vez hacía ya muchos años que a un parlamentario se le ocurrió la idea de resucitar a Franco y eso si provocó que tuvieran dos reuniones una semana y tuvieron que llamar al SAMUR para que montara un hospital de campaña y los reanimara.
Por fin el Comité de Ancianos de los Belascoain se reunió el primer miércoles de un helador mes de Diciembre dispuestos a escuchar las conclusiones de las diferentes comisiones. Sentados en una mesa redonda, después de una opípara cena ofrecida por Dami (el de la Cámara, no la de Mamá)  y consistente en un revuelto de gambas (sin gambas señora que al precio que está el menú del día y con la crisis que se avecina esto no da para mas) y de segundo las famosas pelotas de Dami ( señora mis pelotas solo se las dejo probar a clientes selectos como ustedes) y de postre la pelotas de Talao que son como las de Dami pero con helado por dentro (frías como el tiempo de Cedeira, señora) y degustando licores de parte de la casa hizo su entrada la primera comisión 
Al llegar a la Presidencia, las tres niñas, María Perez Pardo, Gloria Perez Pardo y  María Saenz, hicieron una reverencia como mandan los cánones y se subieron al estrado. La portavoz. María Perez Pardo, ajustó los micrófonos a su altura, separó un poco el vaso de agua que le había puesto un ujier uniformado, depositó los folios sobre el atril y comenzó:
-         Sra Presidenta (la bisabuela estaba completamente dormida apoyada en la mesa), Sr. Coordinador General (para quien no se acuerde le diré que soy yo y para la ocasión llevaba un sombrero de esos de Nochevieja, unas gafas y un bigote de Groucho Marx y tenía una cogorza de esas de competición) levanté mi copa de pacharan y dando tumbos me acerqué hasta el estrado, le dí un beso a María y grite´: Yupiiiii, así me gusta, ¡que cogorza tengo! que funcionen todos los mecanismos democráticos. Viva Vellón. Varios compañeros de mi partido me ayudaron para volver a mi sitio y María continuó con la lectura de las conclusiones de la Comisión del Parto.
-         Señores del Consejo de Viejos
-         Por favor, señorita, le ruego no falte a los miembros de esta mesa. Son el Consejo de Ancianos, no de viejos y le advierto que de continuar con esta actitud le retiraré el uso de la palabra. Sr, Ujier ¿no se da cuenta que se me ha acabado el pacharan? Por favor, por favor, no se me despiste y aquel señor del bigote pongale mas Whisky que sino le baja la tensión, Continue, Señorita
-         Esta Comision del Parto se ha reunido en tres ocasiones y les recuerdo que nos deben 6000€ por nuestra asistencia y no hemos estado mas de tres minutos porque se nos oculta información, Si Señor presidente y usted lo sabe y por ello solicitamos con el debido respeto su dimisión, la de sus señora esposa, la de todo el personal de Limpieza de la Moncloa y por supuesto el cese inmediato del chofer del Presidente por su marcada animadversión hacia las miembras que constituimos esta Comisión.
-         ¿Cómo pretende que planifiquemos el parto si no sabemos ni cuando es? ¿usted lo sabe Señor Presidente? Seguro que si porque usted, Señor Presidente nos oculta información. Hemos visto entrar al Dr. Ortigosa en las instalaciones de la Moncloa disfrazado de Cobrador del Frac, cuando es de dominio público que La Moncloa no paga a nadie que no lleve el carnet del partido en la boca y no era el caso porque el Dr.Ortigosa, tenemos las fotos que lo demuestran, entró comiendose un bocadillo de bacon con queso. Por todo lo anteriormente expuesto, Señor Presidente las aquí presentes exigimos la creación de una subcomisión que investigue porque el Dr Ortigosa entró sin el carnet en la boca, una segunda subcomisión que investigue la procedencia del bacon que contenía el bocadillo porque solo faltaba que se consumieran productos extranjeros y una tercera que determine la fecha de caducidad de la barra de  pan. Mientras tanto, esta Comisión continuará reuniéndose mensualmente, a 6000 € la sesión hasta que se clarifique este asunto porque entendemos que está en juego el honor de los componentes de esta Comisión y como siempre se pone en peligro la democracia que tantos años de cárcel nos ha costado. Buenas tardes.
María abandonó el estrado, siendo ruidosamente aplaudida por su abuela Blanqui – menuda nieta tengo, si ya os lo decía yo, ésta es lista como un rayo y llegará lejos, ya lo veréis –
Los vocales de la Comisión miembros del Consejo de Ancianos se sirvieron otra copita mientras cantaban “Brisiñas” para ir aclarando las ideas.
Jose Félix insistía en el importante trabajo que había desarrollado esta comisión y estaba de acuerdo con sus conclusiones, aunque pensaba  que se debía crear una partida presupuestaria para que cada miembra de esa Comisión dispusiera de un Mercedes 500 STUVXYZ para sus desplazamientos, naturalmente de Vazquez de Prada Automóviles, empresa con la que no tenía absolutamente ninguna relación pero que le parecía que por el afianzamiento de la democracia en este pais, podría colaborar de manera absolutamente desinteresada y cobrar solamente el precio de los vehículos y una mínima comisión de 240.0000 € por la gestión.
-         Muy agradecido por su ofrecimiento y tenga por seguro que éste humilde Coordinador General lo estudiará detenidamente y con todo el cariño, aunque sería conveniente y para que todo el mundo se percatase de nuestra preocupación en estos momentos de crisis, que el modelo fuera el MERCEDES 500 STUV, retirando la XYZ como signo de austeridad y sin embargo admiro su colaboración pero creo que la comisión no debe ser menor que la del resto de las comisiones que se practican en todo el territorio nacional y por lo tanto debe de ser de 300.000 €  de los que como usted es conocedor esta Presidencia solo se lleva el 20 por ciento. En cualquier caso, muy agradecido por su colaboración.  Se levanta la sesión hasta dentro de una hora para que los Servicios de Limpieza puedan retirar de la sala los micrófonos ocultos, limpien los orinales y ya los pueden retirar de debajo de los bancos del hemiciclo porque las próximas sesiones necesariamente tienen que ser mas cortas porque sinó me temo que cuando los Andujarines se vayan a casar todavía estaremos discutiendo los avatares del parto. Se levanta la sesión. Hasta mañana.


El Consejo de Ancianos (CONANCI) volvieron a la Sala de Juntas para continuar recibiendo a las comisiones que faltaban. El turno le toca ahora a la Comisión de Actos Oficiales formada por los dos hermanos Pardo y Nacho Sainz que hicieron su entrada en el hemiciclo de la Cámara de Marina con el uniforme que proponían para recibir a los Andujarines consistente en teba de color verde con los puños doblados,  camisa de finas rayas, corbata a juego, pantalones beis con la raya marcada y el pelo tirando a largo pero bien engominado y unos caracoles en la nuca. Entraron acompañados del “Percebe del Guadalquivir” famoso guitarrista del Conjunto Gitano “Los Heredia” que interpretaba una rumba madrileña mientras que Javi, Pablo y Nacho tocaban las palmas a ritmo. De vez en cuando Nacho se arrancaba por “soleares” y taconeaba como un loco. Javi subió a la tribuna de oradores y requirió la presencia del ujier: quillo. Quiiiiillo, traenos unos taquitos de jamon y unas manzanillas, joé y viva er beti manque pierda
Zeñorías: Esta comisión ha decidio que los nuevos primos sean recibidos con un botellón que se hará en el Parque de María Luisa de esta capitá de zevilla , ole, ole y ole er día 29 de Diciembre. Llegarán en calesa darán una vuelta por el parque, recorrerán las principales vías de la localidad y darán la vuelta al ruedo en la Plaza de Toros de la Maestranza de Zevilla, ole, ole y ole y que viva la mare que me parió. Para ezo, esta Comisión necesita la colaboración del Gobierno de la nación para montar el operativo correspondiente y para eso debe dotarnos con un avión de, al menos 150 plazas.
Nacho Saenz se acercó sigilosamente al estrado y le susurró algo al oído  a su primo Javi:
-  Es verdad, que se me olvidaba lo mas importante, como esta Comisión se reune en  “Los Charcones” necesita un Mistere para llevar a sus componentes una vez a la semana
-         Pero ¿no se reunen una vez al mes?
-         Si, Zeñoría pero yo tendré que ir a Zevilla pa ve a mi Beti y no voy a ir andando
-         ¿Y yo no puedo viajar en Tupolev? – Pablo también metió baza
-         Bueno, venga, esta comisión que se largue de aquí que nos está haciendo perder el tiempo. Buenos días
-         Buenos días y que viva er Beti.
-         Siguiente comisión que pase
Los hermanos gemelos Pancho y Fernando Perez Pardo y Santi Gonzalez entraron en el hemiciclo cada uno por una puerta y se dedicaron a sus juguetes. Fernando llevaba un garage en la mano y subía y bajaba coches de una planta a otra. Pancho llenaba una cantimplora de agua, la llenaba con unos polvos que decían que eran mágicos y salía agua de distintos colores y Santi venía con una batería y con movimientos suaves estaba tocando una samba que hizo que todos los miembros y miembras del Comité de Ancianos se pusieran a bailar por el amplio salón de sesiones de la Cámara. El Mosqui, Caco Dolarea, y hasta el Almirante Liberal que asistían a la sesión como oyentes, se sumaron a los Belascoaínbailantes y cerraba la fila Dami con una camisa de colores, mangas anchas transparentes y unas maracas con la bandera cubana. Por fin Santi paró y todo el mundo ocupó su escaño correspondiente
-         Chist, chist, eh, eh venga subir que os llaman
Pancho y Fernando hicieron un gesto como diciendo que suba tu abuela y entonces fue Illo el que subió.
-         Es intención de los componentes de esta comision de Presupuestos presentar su dimisión con carácter irrevocable como señal de protesta porque cuando nacieron dos de los componentes de esta comisión no se contempló ninguna partida presupuestaria para tal evento y nos parece una discriminación negativa  que refleja la mentalidad autoritaria de los componentes de la Comisión que se han quedado anclados en el pasado franquista . Queremos con nuestra dimisión ser una muestra de coherencia politica con afirmación de nuestros principios y
-         Es gracia que espero alcanzar, Dios guarde a Ud muchos años – así se termina que se lo he oído yo a mi padre dijo Fernando
-         Es que no he terminado – Illo estaba molesto – esta Comisión propone que a partir de ahora y con cargo a los Presupuestos Generales del Estado se destine una partida monetaria de 60 millones de € para este tipo de eventos y también proponemos que la disposición de estos millones sea sin necesidad de justificante alguno. Los miembros de esta Comisión somos lo suficientemente honrados como para no necesitar ningún tipo de control, aunque ya avisamos para evitar futuras reclamaciones que Fernando Perez Pardo necesita la compra de un zoo por valor de 6000 de €, Pancho necesita la compra de un garaje con sus correspondientes vehículos por valor de 12000 € y yo como Presidente que soy de esta Comisión, solo compraré una bateria fabricada en el Congo con dos de los tambores hechos con piel de elefante, uno de piel de leona en celo y los platillos procedentes de  Zambia de cobre especial deben ser transportados en el avión refrigerado del Presidente para lo cual utilizaremos de los fondos solo 17.423 € y para que ustedes aprecian la calidad de las cuentas realizada por esta Comisión solamente les daré un dato que justifica el que el costo sea algo elevado y eso es debido a que “las chuches” para el viaje de ida nos suponen un gasto de 3 € lo que eleva considerablemente el monto de la operación. En cualquier caso y para que vean la buena disposición de esta Comisión, les indicamos que ésta cantidad puede ser retraída del “fondo para el mantenimiento de los pinguinos separados de la Patagonia chilena” porque como saben esa cantidad nunca podrá destinada a tal fin porque el primer punto dice claramente que esta cantidad será entregada por  D. Francisco Franco Bahamonde que todos sabemos que está muerto, menos el Juez Garzón.
-         No quiero alargarme en el tiempo, Señor Presidente, pero espero que ésta Comisión que está demostrando de manera contundente nuestra colaboración con la crisis que afecta a nuestra querida España, sea premiada con un premio extraordinario de 120 millones de Euros para gastos de mantenimiento. Buenas tardes y muy agradecido por su atención.
Illo hizo una reverencia, agarró su bateria y después de un corte de mangas dirigido a este humilde cronista, salió de la Cámara.
La siguiente comisión era esperada con cierta expectación porque era, nada mas y nada menos, que la de PROPAGANDA  y allí que aparecieron las tres componentes con sus trajecitos almidonados de “jaretitas”, lazito rojo a un lado de las bien peinadas melenas y zapatitos de charol. Eran las tres Señoras Diputadas Doña Blanca del Olmo, Doña Paula Perez Pardo y Doña Lucía Dominguez
Subieron al estrado y allí comenzó lo que recordaba a la reciente asamblea del Real Madrid Como se verá por los actos que se describen , los tres portavoces eran de distintos partidos y los objetivos no eran exactamente los mismos.
La Excelentísima Diputada Doña Blanca del Olmo  iba a comenzar a hablar cuando las otras dos Excelentísimas Diputadas, Doña Paula Perez Pardo y Doña Lucia Dominguez subieron tambien al estado y trataban de agarrar el micrófono para expresar sus opiniones
-         Hablo yo primero – dijo una
-         ¿Porqué vas a ser tu la primera?
-         Porque me da la gana
-         De eso nada, monada, hablo yo que soy mayor
-         Y yo qué ¿nunca me va a tocar a mi?
-         Tu te callas
-         Porque me voy a callar ¿me lo quieres explicar?
-         Poque si
-         Pues no
-         Pues si
-         Pues no.
-         Bueno, pues si no hablo yo, tú tampoco – una de las Excelentísimas Diputadas se bajó del estrado y se llevó el micrófono.
-         Por favor, Señorías les ruego un  poco de seriedad y sobre todo que no se lleven nada de la Cámara que es un bien propiedad de todos los españoles. Continuen
-         Yo quiero denunciar que para que esta Comisión de Propaganda funcione nos hacen falta lápices de colores
-         Y rotuladores
-         Y sábanas para pancartas
-         Y palos para sujetarlas
-         Y gente para llevarlas
-         Y un espacio en la radio para explicar que vienen los Andujarines
-         Y en la tele
-         Y en el ABC
-         Y en El Pais
-         Y en el Mundo
-         Y una avioneta que lleve la pancarta por las playas
-         Y otra que lleve pegatinas y las deje caer por la ciudades
-         Y un elefante para poner las pancartas
-         Y un autobús de dos pisos
-         Perdone pero sus Señorías ¿no necesitarían además una lavadora?
-         Es verdad, claro que nos hace falta para lavar las pancartas
-         Y un friega platos porque tambien vamos a hacer tazas de propaganda y habrá que lavarlas.
-         Muy bien – el Señor Presidente volvió a interrumpir – dadas las peticiones de esta Comisión considero que debemos trasladarlas al Parlamento Europeo para que se estudie la posibilidad de crear un fondo de garantía para atender a tanta demanda porque el presupuesto nacional no da para tanto, pero en cualquier caso nuestro agradecimiento por su interesante trabajo y su aportación a la causa. Muchas gracias y ya pueden abandonar la Tribuna de Oradores.
-         Turno ahora para la Comision de Relaciones con las Comunidades Autónomas. Que pasen las Excelentísimas Diputada Doña Mar Gonzalez por la Comunidad Autónoma de Galicia. Doña Ana Novoa por la Comunitat Autónoma de Catalunya  y Doña Almudena Saenz por la Comunidad Autónoma de Madrid. Siendo la portavoz la citada en último lugar.
-         Abuelitos y Abuelitas: Como portavoz de esta Comisión es mi obligación declarar que no hemos podido llegar a ningún acuerdo porque no nos entendemos y Ana y Mar no quieren hablar en castellano porque dicen que su idioma es el catalan y el gallego respectivamente y así no hay quien se entienda y si no os lo creeis os traigo una prueba de nuestras discusiones
-         ¿comenzamos la reunión?
-         Kljashflrhfkljsjhsd
-         Esta claro. Comenzamos
-         Afhwe ghxnmbsjkgsihfarjgfhkpwgjluahvaj
-         No entiendo nada
-         Lfmoleartjajfqfanñngqajjahgheargeqhjkfnvfbklsdjilahngjst
-         Me lo vas a tener que repetir porque no te entiendo
-         Lrtjvpqfj qkfkgajbfvhjanlksh´fkskslganhjbykaffbkafgmj
-         Ya, pues me parece muy bien
-         Solo voy a decir una cosa Visca Cataluña, muera el bombón
-         ¿El bombon?
-         Si el bombon de nata y chocolate
-         ¿Eso es lo que quieres?
-         Si, eso lo ha dicho mi Presidente y a partir de ahora solo hablaré catalá, Visca el Barsa.
-         Y digo yo una cosa, si sabe hablar castellano ¿porque no lo habla y nos entendemos?
-         Fiyti nafgtgu´kgh´dfykhjshdfgjnvbwñ-kyr
-         Bueno, pues hablo con Mar
-         Non,  eu tamén solo falo en galego. Viva o galego en la escola e viva o Depor e para el ano que ven o Libunca de Caranza a la champion
-         Tampoco entiendo nada
-         E peor para ti, eu xa fun a Marin, xa pasei o mar e detrás de un toxo pequeno dichesme un bico neniña, nosa Señora Do Ma a de ser nosa madriña
-         Lo veis Así no se puede ser portavoz de nada, o se que yo presento mi dimisión irrevocable y me voy a mi casa a aprender ingles my taylor is rich, my taylor is not rich, my cigarrette is finish, my

Un último comunicado antes de finalizar la sesión:
Los abajo firmantes miembros de la Comisión de Expertos en estas materias, mostramos nuestra solidaridad con los Andujarines y queremos expresar nuestros mejores deseos para que las maniobras del parto se desarrollen con normalidad tanto para ellos como para su señora madre  y pedimos a los creyentes que recen algo, aunque sea poco, para que todo vaya bien y a los no creyentes que tambien se acuerden  y hagan lo que crean mas oportuno.
Los componentes de esta Comisión no subimos a la Tribuna de Oradores porque como no sabemos hablar ¡para que vamos a subir!
Firmado
Cristina del Olmo, Natalia Dominguez y Jaime Saenz.


NOTA DEL AUTOR. En principio no creo que queden mas sobrinos ni mas ecografías, pero os mantendré informados y si llega el parto y las lágrimas me lo permiten, escribiré algo aunque no tengo ni idea si en serio o no. Se verá.
Los Andujarines (de solteros Garijitos) ya pesan 2.500 grs cada uno.
Un beso para todos
De momento el Tío Tino. Dentro de unos días espero ser el bi abuelo Tino







ULTIMO COMUNICADO.-


Por fin los Andujarines ya están aquí. Como diría Tarradellas “ya son aquí”
Nos colamos en el paritorio Pachi que para eso es el padre de las criaturas, Marta y yo por aquello de hacer compañía al Dr. Ortigosa y al Prof. Lopez de la Junquera y Fresnedillo que tuvo a bien estar en el parto (debemos de ser muy recomendados porque hasta el jefe vino a echar una mano) y todo fue muy bien. El parto estuvo bien, aunque según la protagonista, que es Teresa, la epidural salió parcheada y tuvo dolores, pero estuvo bien. Bueno, todo lo bien que es un parto porque hay que reconocer que es otro mundo. Todos de acuerdo en que es un milagro y parece mentira que de una barriga puedan salir dos enanos de casi tres kilos el niño y dos cuatrocientos la niña, pero también estaremos de acuerdo en que un parto es “una mierda” Si, si, una mierda ilusionante, emocionante, maravillosa, una barbaridad, un milagro, la continuación de la vida, algo inimaginable para quien no lo ha visto o no lo ha sufrido en sus carnes, la realidad de lo que parece imposible, la perfección en las formas de los bebés y mil cosas mas pero el parto en si,  al final,  “una mierda.” Si, si, una mierda, lo siento, ya se que lo que digo no es politicamente correcto, pero es lo que pienso. El líquido amniótico de la placenta, caca, pis, movimiento en el paritorio, unas lancetas, el fórceps, el pip pip del aparato de anestesia, las comadronas de ahora que ya no son como las de antes gordas y con mala pinta pero que  también ocupan espacio, un celador, el agobio de la lámpara, los nervios de si hacemos cesárea o no, los nervios del abuelo, los de la parturienta y mil cosas mas, la conclusión es que el parto es “una mierda.”
Dicho todo lo anterior, la segunda parte es que realmente lo que  ocurre es un milagro. Posiblemente la ciencia lo explique, como casi todo tiene su lógica, pero pensar que empezaron siendo, nunca mejor dicho, unos lopitos de mierda y al final son unos   Andujarines como Dios manda, y todo por haber estado nueve meses en la barriga de Teresa, tenemos que reconocer que es un milagro porque ¿qué tienen las barrigas de las embarazadas para conseguir hacer que los niños vayan creciendo y encima se parezcan a sus progenitores? Si, si, la cosa de la genética y nunca mejor dicho que la madre que los parió, pero yo no entiendo nada.
Antes de que se me olvide porque seguro que enseguida se me dispara la imaginación, comunico a los lectores que casi no lloré en el parto, mejor dicho, a pesar de ir provisto de tres paquetes de Kleenex, solo utilicé un pañuelo en el parto y ya cuando los andujarines estaban en la cuna en un cuartito al lado del paritorio y me quedé solo, ahí si, ahí utilicé dos pañuelos, pero solo dos ¿me estaré haciendo de piedra? A la vejez viruelas.  
Aunque no tiene nada que ver con lo que estamos escribiendo, se me está ocurriendo escribir un cuento al revés. Empezaría con los niños en la cuna y luego sería todo al revés, es decir, los niños entran en el útero y se organizaban para irse haciendo cada vez mas pequeños hasta pasar de Andujarines, a señores Lopes, lopitos y finalizar en las bolsas de la Dra Lope. Estaría bien ¿verdad? Esta idea la almacenaré en el saco de los posibles escritos y ahí se quedará hasta que me de un día por ahí y lo pase a ordenador, pero ya os adelanto que estoy convencido que si efectivamente lo hicieran al revés, y o me juego lo que quiera con quien quiera que no caben. Es imposible que los dos Andujarines y sus placentas respectivas quepan en una barriga, aunque sea en una prominente como la mía, bueno, en la mía si que cabrían, pero yo digo en la de Teresa. No caben, es imposible.
¿Por donde íbamos? Ah si, por aquello de que el parto es una mierda y es cierto pero también es un momento increíble. Parece mentira que puedan salir de la barriga unos niños tan bien formados.. Son como hombrecitos y mujercitas pero en plan mini. Seguro que es por deformación profesional, pero a mi lo que mas me impresionan son las manos. ¿Cómo es posible que ya desde recién nacidos muevan tan bien los dedos y con el simple hecho de acercar el tuyo tengan los reflejos suficientes para agarrarse como lapas? Claro que la ciencia lo explicará, pero yo no lo entiendo ¡que le voy a hacer! Debo ser un melón, pero no lo entiendo.
¿Y los niños que piensan de todo esto? Es dificil saberlo pero yo creo que están asustados. Solo ven flashes por todas partes y a mi me da que piensan que se están confundiendo, que ellos no son los famosos, pero ya que se empeñan en hacer tantas fotos ponen caritas y ya esta.
La niña, Teresa, ha salido guerrera y todos tenemos la impresión que algo debe de quedar de su época uterina. Se conoce que Rafael la ha tenido como en un rincón porque desde que ha salido a campo abierto, solo hace que estirar los brazos y el primer día, cuando los pusieron en la misma cuna con las manoplas esas que les ponen que parece que desde el nacimiento mismo les quieren ir entrenando para la pelea de la vida, le sacudió un upper- cut (un mandoble o una leche en el idioma de la calle) que así se ha quedado el pobre chaval, en cuanto ve que se acerca la fiera, se pone los puños en la cara y por lo menos está protegido, pero la verdad es que hasta ahora son unos recienes muy buenos. Lloran mucho menos de lo habitual y son una auténtica gozada (ahora viene la fase de caerse la baba al abuelo) Mal comparados estos niños son como las chimeneas, te puedes pasar horas enteras mirándolos y cada segundo es una visión distinta. Una simple mueca, un leve movimiento de sus labios, una mano que cambia de posición, un pié que se levanta, cualquier cosa hace que cambie el panorama.
Como final de todo este cuento que tiene mucho de invención, quisiera dejar escrita dos últimas consideraciones absolutamente en serio
Una ¿cómo serán esta pareja dentro de veinte años? Y dos: gracias a Dios por permitirme presenciar desde el momento del nacimiento el inicio de dos vidas y ya en plan egoísta espero tener salud para ser testigo de esa evolución durante muchos años.
Un abrazo para todos.

Antes el tío Tino, ahora ya el biabuelo Tino


Madrid, 25 de Diciembre de 2008  DIA DE NAVIDAD