viernes, 26 de marzo de 2021

Requiem por unas ideas.- Capitulo 9.-

 

 

CAPITULO 9.-

 

Los años, los meses y los días pasaban a velocidad de vértigo y ya hacía casi tres que el Coronel Cruz había vuelto a su casa después del último arresto y desde entonces acudía a los cuarteles, hablaba con unos y con otros pero parecía que no se metía en mayores líos. Como solía decir “los años pasan y uno se vuelve todavía mas conservador” Hablaba de política, por supuesto, pero ya eran comentarios mas moderados, mas acordes con los tiempos que le había tocado vivir y ya no decía aquellas barbaridades de que para acabar con el problema vasco la solución era muy fácil, solo había que soltar a un par de tercios de La Legión y que se dedicaran a matar a todos los de la izquierda abertzale. Le daba igual que fueran diez mil que ciento cincuenta mil, se les mataba y adiós al problema. Discutía mucho en los cuarteles y poco en casa por una razón de estrategia y a un pacto que cumplía a rajatabla y no era otro que prohibido hablar de política y mucho menos con su hijo Julián.

La última vez que intentaron dialogar fue hacía años con motivo del movimiento del 15 M y casi llegan a las manos. Para el padre el citado movimiento de indignados, podría tener razón en un principio, pero ahora se había convertido en el refugio de okupas, revienta manifestaciones, hippys y muchos niños bien con muy mala pinta y peores ideas. Gente joven con ideales, según Julián, que protestaba porque pensaban que el sistema no iba con ellos y por lo tanto no acataban leyes, formas de vestir y mucho menos de entender la vida y una panda de desalmados con pinta de cuatreros para el Coronel Cruz que no entendía como el Gobierno les permitía hacer lo que les diera la gana sin imponer un mínimo de autoridad.

          -  Pero ¿tu sabes lo que piden? – preguntaba Julián

-      Me da igual lo que pidan. Nadie tiene derecho a ocupar la Puerta del Sol y quedarse allí a vivir en tiendas de campaña como si fuera un camping.

-      Venga Papá, no me cuentes milongas – Julia era tan o más discutidor que su progenitor – eso fue hace un montón de años y mira por donde ese grupo de okupas y revienta manifestaciones como tú les llamas han formado un partido político y son tan legales como el PP o Vox.

-      Están legalizados porque tenemos el Gobierno que tenemos que si estoy yo en lugar de en el Parlamento estarían en la cárcel.

-      ¿Por qué?

-      Muy sencillo porque son comunistas y ya tuvimos una guerra por su culpa, guerra que te recuerdo que la ganamos nosotros y ahora nos quieren hacer olvidar todo aquello y que los tratemos como si fueran buena gente.

-      ¿Y tú sabes como son?

-      Hombre Julián, no me jodas, no hace falta conocerles, solo hace falta verles la pinta ¿tú te has fijado en su jefe, el Pablo Iglesias ese o como se llame?

-      Si, le he visto algunas veces ¿que le pasa?

-      ¡Como que que le pasa! ¿tú le ves como representando a alguien en Europa? – Antonio Cruz se iba calentando y el enrojecimiento empezaba a aparecer en su cara preludio habitualmente de unas voces que resonaban por toda la vivienda – lo primero que tiene que hacer es recortarse esa coleta y vestirse como Dios manda

-      Te recuerdo que yo también tengo el pelo largo y no por eso soy mala gente

-      Mira Julián, esos tipos quieren destruir todo lo establecido, no les gusta la Monarquía y mucho menos el Rey, no quieren ni oir hablar de la Constitución que es la que nos manda a todos los españoles, son partidarios de la okupación, los empresarios son lo peor de nuestra sociedad y hay que acabar con ellos y por supuesto con las empresas y para colmo querían asaltar el Parlamento ¿te parece poco para decir que son los enemigos de nuestro país?. Lo que tienen que hacer es trabajar que para eso son jóvenes y con su esfuerzo, como el que hacemos todos los demás, tratar de levantar el país que falta nos hace.  

-      Pero que trabajen ¿en que? Hay un paro juvenil del cuarenta por cien y los pocos que tienen empleo no tienen, por no tener, ni Seguridad Social y encima ahora se les ocurre a los que teóricamente piensan que lo mejor son los mini jobs

-      Bueno, pero por algo se empieza

-      Si, pero no empezar la casa por la ventana. Lo primero es tener un trabajo estable, con un horario razonable y no eso de cotizar por tres horas y después estar ocho o diez trabajando

-      ¿Tu pretendes que los bancos den créditos a esa pandilla?

-      Bueno, allá ellos y por supuesto el Gobierno que les apoya porque antes o después tendrán que rectificar los políticos.

-      Yo creo que debería ser al revés. Lo primero es que si sois tantos y tenéis tanta fuerza que la gente os vote y en el Parlamento y podríais discutir las intenciones políticas de cada uno, pero para que vuestras ideas triunfen en el lugar donde hemos decidido que empieza nuestra democracia hacen falta líderes, gente preparada que estimule a la masa militante, que tenga un programa de gobierno para discutir con los otros grupos y los de ese movimiento lo único que hacen es ocupar la Puerta del Sol, llenarlo todo de mierda, hacer escraches a todo el que  se les ocurre, defender a los okupas, el caso es fastidiar a la gente de bien que vive por ahí y molestar que parece que es el principal objetivo.

-      Parece mentira que todavía pienses que los de Podemos somos eso que dices y no un partido político tan legal como cualquier otro y te quedes en que cerca de doscientas mil personas que ocuparon la Puerta del Sol hace no se cuanto tiempo, solo quieren molestar

-      ¿Y no es así?

-      Pues claro que no – Julián trataba de exponer sus razonamientos con la mayor tranquilidad posible – lo que quieren o queremos, porque yo estoy absolutamente de acuerdo con ellos, es que esto cambie, que no hay derecho que mientras que unos ganan cientos de miles de euros al año otros no tengan ni para comer, queremos que todos vivan dignamente, que los pisos sean subvencionados por el Estado, que la educación sea gratuita y que la Sanidad llegue a todos los estamentos de la sociedad

-      Ya y todo eso sin que la banda de peludos se levante por la mañana para trabajar como cualquier hijo de vecino

-      Esos peludos, como tú los llamas, son gente de todas las edades con inquietudes, nada beneficiados por el sistema y son gente normal que protesta en la calle porque no tenemos otro sitio donde hacerlo, es gente que no cree en los políticos y mucho menos en sus resultados y mil cosas mas

-      Menos mal que alguna vez la autoridad tuvo la buena idea, después de varios meses de hacer botellón y acampar en la Puerta del Sol  de levantar el campamento que si no todavía estáis ahí tocándoos los huevos y esperando que el papá estado os de dinero para vivir. El colmo

-      Aunque nos echaron por la fuerza no consiguieron nada porque, aunque a muchos os moleste, es el típico movimiento social que no hay quien lo pare y te vuelvo a recordar que ya estamos en el Parlamento y aunque os moleste nos tendréis que oir

Antonio Cruz se levantó dando por terminada la reunión. Era de las pocas veces que lo que empezaba como una charla informal entre padre e hijo no se había convertido en una forma de chillarse uno a otro. Estaba claro que nunca iban a estar de acuerdo, pero podían intentar buscar algún punto de encuentro.

Julián se fué a su cuarto como todos las veces que discutía con su padre, se tumbó en la cama, encendió un pitillo y con la guitarra comenzó a entonar una canción desconocida. Tenía la manía, como le decía su padre, de componer y para eso le bastaba con cualquier situación. Se consideraba un mártir de los políticos, vivía en una sociedad que no le gustaba, no tenía trabajo y el poco que encontraba era siempre temporal y por menos de quinientos euros y lo mas importante es que no tenía ganas de nada. Se pasaba las horas muertas tumbado en su habitación rasgando la guitarra y buscando letras de muy diversa índole para a continuación buscar el mejor acompañamiento musical.

Había decidido en contra de la opinión de su padre estudiar Ciencias Políticas en la Universidad Pública y ya le había dicho a su progenitor que no se preocupara que él se pagaría sus estudios, no hacía falta que lo mantuviese. El último mes se había hecho asiduo a los últimos rescoldos del movimiento del 11-M y al principio del partido político de Podemos, un movimiento mas o menos social de carácter asambleario, con unos objetivos un tanto diluidos en la protesta habitual. Asistía por lo menos tres o cuatro horas a las múltiples reuniones en las que se iban haciendo unos estatutos y se iban nombrando los diferentes candidatos de las distintas provincias, todos ellos destacados activistas y expertos en temas como la organización de algaradas callejeras, okupaciones, enfrentamientos con la policía y temas parecidos. Allí se sentía realizado, hablaba con vehemencia y soltura a la escasa concurrencia sobre la eliminación del ejército en nuestra sociedad y exigía libertad para todos los presos del franquismo, al igual que reprobaba la labor de la justicia que actuaba siempre a favor de las tesis del gobierno de turno. Por fin, Julián Cruz había encontrado un camino en su vida y después de valorar los pros y los contras y ante los vítores de sus exaltados colegas, se había decidido por fundar la sección española de las Juventudes Libertarias. Ya tenía diecisiete afiliados y estaba pendiente de visitar la Universidad Autónoma para ampliar el número. Julián era un hombre joven, con una voz potente y bien timbrada, una buena capacidad de convicción que se veía aumentada por una labia que no se sabía de donde la había heredado y el único escollo de todas sus convicciones era su padre. Le llevaba la contraria, faltaría más, pero nunca se atrevía a llegar hasta el final. Se creía que lo aceptaba, pero el hecho de que su padre hubiera sido un golpista lo traía a mal traer y eso que era una historia desconocida para la mayoría.

Como todos los días, la madre entró y se sentó a los pies de la cama. Julián sabía que lo hacía con la mejor de sus intenciones, pero ya había pasado la juventud y aquellas demostraciones de cariño no le hacían demasiada gracia, pero su madre era así y nadie la iba a cambiar. Trataba no tanto de unirlos si no de mantener al menos una relación familiar, que no se perdiera por nada del mundo y por eso quería evitar en la medida de lo posible que en su casa se hablara de política, pero casi nunca lo conseguía a pesar de sus buenos consejos

-      Julián, Julián, mi pequeño - insistía en el masaje recorriéndole dorso de los pies de su hijo – no me gusta mucho como te comportas con tu padre ¿no podrías cambiar?

-      ¿Y por qué no cambia él?

-      Tu padre tiene sesenta años y ya no va a cambiar ¿no lo entiendes?

-      Pues no, que quieres que te diga. Es una persona que no vive en este siglo y eso a mi me molesta y mas si es mi padre, pero no hay manera de hacerle entrar en razón.

-      Tu padre claro que vive en este siglo – La madre le acercó una coca cola que le había traído en un vaso – lo que pasa es que no le gusta lo que ve e intenta arreglarlo

-      ¿Arreglarlo? – Julián dejó caer la guitarra - ¡venga Mamá, no seas ilusa! Lo que quiere es que la gente de orden, como repite cada minuto, gobierne este país y yo no quiero que sea así porque esa  gente de orden es la que nos ha llevado a la situación que estamos viviendo, nos han exprimido como limones y ya estamos hartos y por fin salimos a la calle y que se enteren que no los queremos, que se vayan a sus casas, que tengan todos los hijos que Dios les de, que vayan a Misa todos los Domingos, que tengan a su mujer esperando por si quieren cenar mientras llegan de estar con sus queridas y mil cosas mas. No me gusta, que quieres que le haga, no me gusta y ya está.

-      Julián, por favor, no digas barbaridades. Relájate un poco y luego intenta dormir y piensa que tu padre te dice todas esas cosas por tu bien, Desgraciadamente nosotros conocimos la España del hambre y no queremos que se repita una situación parecida.

-       Eso es historia y la situación no era igual ni mucho menos. Ahora también hay hambre, claro que la hay, pero no tanto hambre física como la vuestra, por cierto que por vuestra culpa porque para eso os dedicasteis a ensalzar a Franco y  decir que era casi, casi, el salvador del mundo y ahora la sociedad lo que quiere es libertad, cosa que los políticos se pasan el día hablando de ella, pero no tienen ni idea de lo que es y mucho menos de lo que representa. A nosotros no nos hace falta Europa ni las políticas capitalistas de sus gobernantes, nosotros lo que queremos, pedimos y defenderemos con uñas y dientes es nuestra dignidad como personas, que no se nos trate como animales y para eso hemos llegado al Parlamento y allí es donde se tiene que oír nuestra voz e intentaremos llevar multitud de iniciativas para que cambie la sociedad  que falta hace

-      Hijo mío – la madre le imploraba casi de rodillas – yo no entiendo nada de lo que me hablas, pero lo único que quiero es que no te metas en líos que bastante hemos tenido con los de tu padre, eso es lo único que te pido.

-      Yo no me meto en ningún lío Mamá, son ellos los que no nos dejan hablar y por mucho que se empeñen no lo van a conseguir, nos meterán en la cárcel, nos machacarán como partido, nos harán la vida imposible, pero como dice nuestro Presidente, el compañero Pablo Iglesias, no pasarán.

-      Bueno hijo, te lo pido por favor, no te metas en más líos, por favor.

-      Hasta mañana Mamá

Julián volvió a tomar la guitarra y sentado en la cama con las rodillas encogidas intentó recordar los acordes de una canción que se le había ocurrido por la mañana. Como siempre, repetía una y otra vez la letra para acoplarla a las notas de su guitarra.

 

viernes, 19 de marzo de 2021

REQUIEM POR UNAS IDEAS.- CAPITULO 8

 

 

 

CAPITULO 8.-

 

Carlos Gonzalez Alía estaba contento. Llevaba una temporada francamente buena. Se había olvidado de la política, con gran alegría de Cristina, su mujer, que aunque era la persona mas discreta del mundo, no ocultaba su preocupación por la insistencia de su marido en arreglar la Marina. Sus hijas fenomenal, Arancha la mayor había anunciado que se quería casar con Javier, su novio de toda la vida y allí estaban tratando de organizar una boda lo mejor posible. Su hijo Carlos, el mayor ya había sido destinado y ahora mandaba un guardacostas en Ferrol y cuando un hijo está feliz el padre normalmente también lo está. Cristina y Mamen  estaban en COU  porque Mamen había repetido segundo y Belén, la pequeña ya era todo un personaje con sus escasos cinco años.

La noticia de la boda de Arancha no fue ninguna sorpresa, sabían de sobra que en ese año lo anunciarían, pero cuando lo dijeron, Carlos padre se emocionó y lloró como un niño

-      La primera hija que se nos casa y encima con un Marino ¡se puede pedir mas! para toda la familia era un motivo de alegría y aquella noche en el jardín de Tentegorra reinaba la felicidad. Enseguida comenzaron los planes de trajes, tocados, menús, invitaciones etc… etc

Cristina madre con su habitual sentido común intervino

-      Un momento que se os olvida lo mas importante.

Toda la familia guardó silencio en espera de que sería aquello que se les olvidaba

-      Tenemos que hacer una fiesta – Cristina esbozó una amplia sonrisa - la que siempre se ha llamado petición de mano, para conocer a la familia del novio.

Todos estallaron en unas sonoras carcajadas porque la familia de Javier, vivía como cinco o seis chalets mas allá del suyo y los padres eran amigos de toda la vida. De distintas promociones, Carlos era un poco mas veterano que su futuro consuegro y Carmen, la futura madrina, iba a gimnasia con Cristina un día si y otro también y si había alguno que no coincidían entonces se veían por la tarde, jugando al “Continental” en el Club Naval.

-      Muy bien – Mamen estaba radiante, parecía como si la boda fuera la suya – me parece muy bien. Sobre todo, que venga tu hermano Juan – mirando directamente a Javier, el novio

-      Bueno – intervino el padre – tendrá que venir toda la familia

-      Si – Mamen insistía – por supuesto que toda la familia, pero, sobre todo, Juan.

-      ¡Que pasa! ¿Qué te gusta?

-      Papá que cosas tienes, ¿no sabes que hace por lo menos un año que estoy saliendo con él?

-      Pero ¿sois novios?

-      Jo, papá, que antiguo eres, esas cosas eran antes ahora es distinto.

-      Bueno, bueno – Carlos estaba encantado – si te parece lo que podemos hacer es celebrar las dos bodas juntas

-      Ni hablar – Arancha intervino muy seria - mi boda es mi boda y ésta que se case cuando quiera

-      Está bien, por estos pequeños detalles no hay que enfadarse. O sea que la boda es en Abril del año que viene ¿no?

-      Si – contestaron los novios casi a la vez

-      Y estamos en Julio, o sea que nos quedan, siete meses – el padre se iba haciendo poco a poco su composición de lugar

-      Siete meses y doce días – Javier, el novio miró con ternura a su novia mientras entrelazaban sus dedos

-      Si os parece bien – la madre de la novia también quería que se supiera su opinión – podríamos hacer la petición en Enero.

-      Ya lo habíamos pensado, lo que pasa es que no queremos que coincida con las Navidades

-      No, si yo digo a mediados de Enero

-      ¿Y no la podíamos hacer antes?

-      Joé con la tía – Cristina hizo su comentario – quiere trincarlo como sea

-      Tú te callas guapa que a ti nadie te ha dado vela en este entierro – contestó Arancha con cara de pocos amigos.

-      Tampoco hay que ponerse así

-      Me caso cuando me da la gana

Cristina madre tuvo que intervenir con rapidez para evitar que la situación fuera a mayores. Sabía que las dos hermanas no se llevaban especialmente bien, parecía que últimamente las cosas iban mejorando, pero estaba claro que no y era una pena porque ya tenían edad, pero, en fin, entre todos tenemos que evitar cualquier tipo de enfrentamiento.

-      No hay problema, Cristina. Esta vez como es la petición de Arancha parece lógico que la fecha la ponga ella, cuando te toque a ti, la pones tú y tan amigos

-      A mi me da igual. Ponla cuando quieras porque yo no me la pierdo

-      Eso es lo mejor, entre todos tenemos que buscar lo mejor para vosotros. Que seáis lo mas felices posible y estar seguro que vuestros padres y nosotros lo vamos a intentar haciendo todo lo que esté en nuestras manos para que lo consigáis ¿de acuerdo?

-      Muy bien, Mamá, muy bien – Carlos se acercó y le dio un beso en la mejilla – así me gusta. Tenemos muchas cosas que hablar, pero ahora lo mejor es que abramos una botella de champán y brindemos por estos dos ¿os parece?

Javier Pernía Suarez, el novio, abrió la botella como si lo hiciera todos días y después de darle un beso a Arancha se bebió la copa de un trago, lo mismo que hicieron todos los presentes

-      ¿El novio no tiene que decir unas palabras? – preguntó Cristina

-      Eso es el día de la petición

-      ¿Y hoy no? – insistió

-      Bueno, yo solo quiero decir que Arancha y yo nos queremos y por eso nos vamos a casar

-      Pues vaya discurso – ahora era Mamen la que expresaba su opinión –  eso ya lo sabemos

-      ¿Y que quieres que diga?

-      Pues no se, que estás muy agradecido por lo bien que te hemos acogido, que te caemos muy bien, que estás encantado con tus nuevas cuñadas ¡yo que se!

-      Venga Mamen, deja en paz a Javier que parece que le hemos conocido hoy – Carlos padre rellenó otra vez las copas de champán

-      ¿Cuántos años hace que nos conocemos? – Arancha reflejaba en su cara la felicidad del momento

-      No se, pero yo venía a estudiar a esta casa con Carlos cuando estábamos en primero de bachillerato, o sea que empieza a contar años

-      Pero de novios solo llevamos un año

-      ¿Y la has aguantado tanto tiempo? -  Cristina como siempre echando leña al fuego

-      Cristina, no empieces por favor, dejemos la fiesta en paz.

-      No si a mi me parece muy bien que se case, así, por fin, pillaré cuarto

-      Bueno, eso se verá – Carlos padre metió baza – porque yo también tengo derecho a tener un despacho

-      Ese cuarto me lo pedí yo hace por lo menos un año, o sea que me toca

-      Bueno, ya se verá que hasta la boda queda mucho todavía – Carlos padre sabía que no merecí la pena discutir y menos por un tema que sabía de antemano que lo tenia perdido porque las casas de Tentegorra estaban en un lugar privilegiado, casi pegadas al club naval, muy cerca de Cartagena y con un pequeño jardín muy aprovechable, pero, la verdad es que las casas eran tirando a pequeñas y sobre todo para los Marinos que, en general, tenían muchos hijos

-      ¿Sabes que ya tenemos pensado hasta la Iglesia donde nos gustaría casarnos? – Arancha iba soltando las noticias poco a poco

-      Supongo que en el Carmen ¿no?

-      Claro, como debe ser y también sabemos el día ¿queréis que os lo digamos?

-      Venga dilo cuanto antes

-      El sábado treinta de Abril.

-      ¿Por ahí no anda la Semana Santa? – Cristina madre quería que la boda de su primera hija fuera un acontecimiento único y sabía que si la Semana Santa estaba cerca, sería menos lucida

-      No – esta vez era el novio el que contestaba mientras sujetaba con fuerza la mano de su futura esposa – la Semana Santa es a primeros de Abril.

-      Es que si llega a ser en Semana Santa yo no voy – Mamen continuó con su razonamiento – mi cofradía desfila el Viernes Santo y eso no me lo pierdo ni por la boda de ésta

-      Esta – Arancha se acercó hasta donde estaba su hermana con intención - ésta, si no te importa, se llama Arancha y es, aunque no te guste, tu hermana la mayor.

-      Ya lo se, eso no hace falta que me lo recuerdes todos los días

-      Por favor, niñas, por favor. Sería posible que por lo menos un día os llevarais normal, ya no digo que bien – Carlos padre, como casi siempre, empezaba a perder la paciencia – espero que por lo menos cuando la pedida no tengáis mas peleas ¡que ya vais siendo las dos mayorcitas!

-      Es que solo le faltaba a ésta ser la protagonista

-      Pues lo siento mucho, guapa, porque el día de mi boda, claro que voy a ser yo la protagonista, faltaría mas

-      Mamen – turno de Cristina madre - en eso tiene razón y el día que te cases tú, pues serás tu la mas importante, eso es normal, pero ahora le toca el turno a ella

-      ¿Cuántos invitados calculáis que vais a tener? – Carlos padre estaba horrorizado con lo que veía venir

-      No lo se, hemos hecho una lista así por encima y nos salen como cuatrocientos.

-      ¿Cuántos has dicho? ¿cuatrocientos? – Carlos padre, sin querer ya estaba echando cuentas porque su economía era la que era y había que mirar por el futuro.

-      Bueno, no te preocupes que cualquier día nos sentamos y vemos a quien invitamos y a quien no, pero cuatrocientos me parecen muchos – la madre, como todas las madres pensaba que no era el momento de plantear ningún problema y que ya discutirían mas adelante.

-      Es que solo de mi facultad son cerca de cincuenta y de aquí, del poblado, tenemos que invitar a todo el mundo

-      Bueno, bueno, ya se verá. Ahora el personal a la cama que mañana por la mañana todos tenemos que trabajar

-      Menos yo – la pequeña con su lengua de trapo hizo sonreír a toda la familia – yo tengo que ir al cole, pero no tengo que trabajar

-      En el fondo tu trabajo ahora es ir al cole, estudiar y con el tiempo, cuando seas mayor, ya te tocará trabajar de verdad

-      Pero yo mañana tengo que ir al cole ¿si o no?

-      Claro, ¿por qué no vas a ir? 

-      No, no, si yo quiero ir porque nos ha dicho Laurita que vamos a aprender la canción de la foca que se come a un león

-      ¡Que miedo!

-      Y no me lo quiero perder

-      Pues venga, todos a la cama. Darnos un beso y a dormir.