jueves, 3 de noviembre de 2011

ULTIMO CAPITULO LA GRAND PLACE

Queridos blogueros/blogueras: Otra vez estoy aquí y me da la impresión que hace tiempo que no entraba. Como lo bueno siempre es en pequeñas dosis, os mandó otro capítulo de La Grand Place y así se termina esta novela.
No os preocupéis porque ya tengo preparada la siguiente, aunque posiblemente, introduzca en medio, una pequeña historia que me he encontrado del primer parto de Carmen Vazquez de Prada, mi sobrina y que debí de escribir hace mucho tiempo porque  cuando me lo mandó Tito (mi hijo y asesor informático) no tenía ni idea de haberlo escrito yo y hasta me pareció francamente( o para ir mas con los tiempos zapateramente) divertido. Ya os avisé que no tengo Abuela, esto es como la canción de aquel argentino de "tenía pero hace tiempo, ahora ya no tengo na" y continuaba con algo así como "los ejes de mi carreta pa que los quiero engrasar" Si, era Atahualpa Yupanqui, aunque no estoy muy seguro.. Un momento que me he perdido ¿a cuento de que venía todo este rollo? Ah si, que me resultó como muy bien escrito y muy, pero que muy divertido, aunque la cosa perdió parte de su encanto cuando me enteré que el autor era yo. Decidido, si las decisiones se deben tomar así, sobre la marcha,  el próximo escrito será este, a no ser que encuentre otro de Illo, su marido, antes de casarse que iba sobre algo de un moro y no se que, pero ese si que no tengo ni idea donde puede estar y por mucho que le rece a San Antonio, al que hay que darle una propina si aparece lo que estamos buscando o a San Cucufato que decía aquello de San Cucufato, San Cucufato, los ".........."  te ato y si aparece te los desato  (este acertijo ya es para avanzados, si no te lo sabes o se lo has oído cantar a Javier Krahe, no lo adivinas ni de broma) La solución otro día.
Espero que la última entrega de La Grand Place termine bien, a mi me parece que si, pero para el que piense que no, la cosa está muy fácil. Borras lo que no te guste y pones lo que quieras. Por mi, no hay ningún inconveniente
Hasta la próxima y tengo que recordarle a Tito que avise al personal para que se me lea y se me manden las  críticas correspondientes. Creo que ya están arreglados los problemas para contestarme, o sea que ahora ya no hay excusas que valgan, o sea que ánimo y a contestar
Un abrazo para todos
Faustino Belascoaín, El tío Tino, el Abuelo Tino o como me llame que ya ni me acuerdo

CAPITULO 4
Las prácticas de tiro las hacía todas las tardes, de ocho a nueve, en el Regimiento de Artillería Nº 4  de Burgos sin levantar ningún tipo de sospecha porque el Comandante al que le había extirpado un tumor en el seno esfenoidal derecho, le prometió no comentarlo con nadie y le proporcionó un pase especial para una galería de tiro subterránea que funcionaba hasta las diez de la noche.

Antonio practicaba y practicaba hasta llegar a conseguir una precisión milimétrica. En los últimos meses había conseguido una precisión de 598 dianas sobre 600 posibles por lo que se podía decir que, gracias a su esfuerzo y tenacidad, se había convertido en un tirador practicamente infalible.

Enfrascado en todos estos pensamientos, casi se pasa del Restaurante “El Josechu”  y tuvo que dar un volantazo para entrar en el Parking, en el que solamente estaban aparcados cinco o seis coches más. Atravesó el vestíbulo y al fondo estaba su amigo Iñaqui saboreando un chacolí


-        ¿Qué tal?- Iñaqui hizo un pequeño brindis levantando el vaso de vino.

-        Muy bien, Iñaqui, aunque como puedes suponer un poco nervioso.

-        Hombre, es natural, llevas la ostia de tiempo detrás de un fulano y ahora que lo vas a tener frente a frente es lógico que estés preocupado- Iñaqui bebió un largo trago, tosiendo a continuación – pero, aunque se que es un tema que te cabrea, perdona que sea tan pesado pero piensa bien lo que pretendes hacer.

Antonio se removió inquieto en la silla :

-        Mira, Iñaqui, no empieces con la historia de siempre y no me toques los huevos. Sabes de sobra que ese tío es un asesino y que he dedicado mi vida a encontrarlo para vengar la muerte de Patricia y, por fin, se van a ver cumplidos mis deseos. Lo único que pido es una oportunidad, que del resto ya me encargaré yo.

-        Está bien, Antonio, es un tema que hemos discutido tantas veces que allá tu. El miércoles a las ocho de la tarde en Lisurbil , y más concretamente en la Plaza Foral, se va a ofrecer un mitin en el que intervendrán los cabecillas de Herri-batasuna a pecho descubierto y al final saldrá un tipo encapuchado, con el anagrama de ETA en el pecho, que hará una apología de los luchadores vascos, a favor de la eskaldunacización del País Vasco y quemará una bandera española. Ese es tu hombre : Gorka Iruin

-        Gracias, Iñaqui, ya sabes que te lo agradezco de todo corazón y aunque todo está previsto , en caso que me detuvieran, tu nunca tendrás ningún problema. Todos estarán pensando que es una cuestión personal y yo insistiría que todo, absolutamente todo, había sido planeado única y exclusivamente por mí.




Antonio estaba apostado en una ventana abuhardillada de la casa rural de Lisurbil desde la que veía perfectamente  y a menos de treinta metros el escenario donde iba a desarrollarse el mitin. Dos días antes había conseguido la habitación y haciéndose pasar por Inspector de Minas de la Consejería del Gobierno Vasco, se había instalado con todas sus pertenencias, entre las que figuraba una especie de estatua de madera de ébano, con el fín de visitar las minas de las localidades próximas.

En principio, y si no se complicaban las cosas, pensaba permanecer de sábado a sábado y pagó por adelantado las casi 50.000 pesetas de su estancia con comidas incluidas.

Imanol y Rosa, los dueños, se pasaron  horas y horas departiendo con Antonio y demostrando, con absoluta claridad, su mentalidad separatista  y de apoyo total a ETA, mientras que Antonio mantenía una mentalidad ambigua para tratar de inspirar confianza ; por una parte estaba de acuerdo en la autodeterminación y en la lucha contra el ejército invasor pero discrepaba abiertamente en los métodos a utilizar. Estas discusiones se repitieron desde el sábado hasta el martes por la noche y terminaban a las tantas de la madrugada. Antonio era el único cliente y por las mañanas como sus visitas eran sin hora, se permitía el lujo de levantarse tarde, dedicando el resto del día a vagar con su Range Rover por las distintas localidades apreciando los maravillosos paisajes y la simpatía de sus gentes que se tornaba huidiza en cuanto se tocaba el tema político. También le llamó la atención, y confirmaba sus teorías , que prácticamente todos los niños hablaban en vasco, como era lógico por su paso por “las ikastolas” y sin embargo, los más mayores hablaban en castellano aunque con un marcado acento vasco.

Con lentitud y estudiada parsimonia, Antonio desarmó la figura de ébano y con gestos repetidos infinidad de veces, fue enroscando, primero la culata a una pieza metálica ,con un pequeño boton que hacía las veces de gatillo, posteriormente el cañón y por último una especie de cañón supletorio que hacía las veces de mira telescópica. De un doble fondo, situado en el lateral de su maleta, extrajo una única bala que introdujo en el cargador. Enfocó la mira telescópica apreciándose, con una claridad meridiana, los pétalos de una rosa que estaba depositada sobre la mesa que en el centro de la plaza  iba a ser como el estrado donde se instalarían los oradores.
Muy despacio apoyó el fusil en el quicio de la ventana, cerró por dentro la puerta de su habitación, colocó un trípode,  volvió a ajustar el fusil y esperó.

Los acontecimientos se desarrollaron con celeridad y los tres oradores no pararon ni un minuto de amenazar a todos aquellos que fueran españolistas para que se fueran, exigiendo un País Vasco independiente, no solo con su propia asamblea democrática, sino también su frontera, su moneda, su arte, su selección de futbol y hasta su orquesta de cámara. Sistemáticamente repetían ante un auditorio compuesto por unas cincuenta personas que para obtener todos estos objetivos la única vía era la lucha armada y que para mantenerla era necesario, no solo un apoyo moral,  sino también el económico y así algunos simpatizantes se paseaban entre los espectadores pidiendo un donativo mínimo de 5.000 pesetas.

Por el lateral de los soportales, apareció un hombre, totalmente vestido de negro, con el anagrama de ETA  en el pecho, pasamontañas de lana y guantes de cuero, enarbolando una bandera de España. Subió al estrado y después de animar a la gente a la sublevación, la prendió fuego haciéndola ondear entre los asistentes.

Antonio, se colocó, enfocó lentamente al corazón del etarra y cuando iba a apretar el botón que hacía las veces de gatillo, la figura de Patricia se apareció nítidamente en el visor susurrándole con voz pausada :

-  Antonio, ese no es el camino.

Con lágrimas en los ojos, Antonio levantó el cañón del fusil y apuntando al cielo del País Vasco, apretó el gatillo perdiéndose la bala entre las nubes, mientras que de su boca solamente salió una palabra :   GRACIAS.






6 comentarios:

  1. El Tío Javier Belas4 de noviembre de 2011, 0:31

    Me ha encantado. Me ha mantenido en vilo hasta el "gracias" final. Enhorabuena. Espero ansioso el siguiente escrito

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  2. Yuhu !!!!! quew susoense; eres mejor que Agatha Cristie. En mi version particular, posiblemente cambie el final. E Tu final es el sensato, el que dirige la cabeza pero el corazón me puede....
    Deseando estoy de leer el parto de Carmen....jajajaja
    Animo Tino

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  3. Creo que con el "Gracias" final hemos respirado todos tranquilos, y estoy con Merche, a mi me da que con lo metido que estaba en la historia habría buscado otro final, aún así enhorabuena, me ha encantado. Ya la había leído hace tiempo, pero no la recordaba tan intrigante.

    Un beso!
    Tito

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  4. El Tío Javier Belas5 de noviembre de 2011, 0:15

    Os comunico a todos que hoy Tino y su ya famoso blog ha empezado a difundirse por las redes de facebook. Este es otro paso mas para conseguir el éxito total, el principio de la opulencia, el no va mas. Yo creo que el próximo paso debería ser que se presentase a algún premio literario, seguro que lo consigue. !! Hemos descubierto una estrella !! Animo y a por todas.

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  5. Estoy segura que va camino del Planeta. Tino, escribes divinamente; lánzate.....

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  6. Tino,
    Enganchadisima desde el primer momento, me ha encantado el final. Sigue escribiendo. Ya tienes una seguidora mas.

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