Esta vez yo creo que si ¿no os parece? si, seguro que si, tiene toda la pinta que estos dos acaban juntos, porque el niño parece que empuja lo suyo. En fin, la vida que es así, se empieza en Soria, se pasa por Madrid, luego por Honduras, un poco en Mali y se termina en este pueblo que yo ya no se ni donde está.
Como siempre, mucho ánimo que ya va quedando menos.
Un abrazo
Tino Belas
CAPITULO
22.-
Hola
– David dió un beso a su madre - ¿tú
sabes como vienes?
- Es que no ha venido Rafa y me ha tocado jugar
de portero
- ¿Y eres bueno? – preguntó Mario
- ¡Que va! Soy malísimo, pero no había otro y
me ha tocado a mí. Yo de lo que soy bueno es de delantero.
Sofía
les presentó y rápidamente David, en cuanto se enteró que era veterinario y
trabajaba en la Fábrica , se apuntó para ver como se esquilan las
ovejas
- ¿Y me dejarás ordeñar una vaca? – preguntó
con la ilusión reflejada en su cara
- Eso está hecho. Me parece que hay algo así
como doscientas vacas esperándote, o sea, que no parece muy difícil
- ¿Cuándo puedo ir?
- David por favor deja en paz a Mario que bastante trabajo tendrá con lo
suyo para encima ir contigo a ordeñar vacas
- No te preocupes – Mario se dirigió a David -
¿Cuándo te viene bien?
- A mi cualquier día porque hasta el jueves
tenemos vacaciones
- Que suerte ser estudiante. Yo mañana trabajo
- Entonces ¿puedo ir mañana?
- David, por favor, no seas pesado - Sofía
abrió la puerta de su casa introduciendo la llave en la cerradura situada en la
parte alta de la puerta
- De verdad que no me importa. Mira, hacemos
una cosa, mañana a las once te espero en mi oficina de la Fábrica y si no tengo
mucho que hacer te acompaño y te enseño todo.
- Mamá ¿puedo ir?
- Claro, faltaría mas, pero con la condición
que no molestes demasiado
- Si te parece le enseño la fábrica a David y
luego os invito a comer a los dos.
- ¿Mañana?
- Venga, Mamá, di que si
- Es que mañana tengo consulta y me tendría que
volver antes de las cuatro
- Eso es lo de menos – Mario se mostraba
encantado con el si de Sofía – yo me quedo con David y así lo tienes que ir a
buscar
- ¡Que te crees tu eso! El niño tiene dos
piernas y la fábrica está ahí al lado.
- Tu por eso no te preocupes Mamá, que en
cuanto termine me vuelvo a casa – David daba todo tipo de facilidades para
conseguir su objetivo sin advertir que Mario prefería comer con los dos y si
pudieran pasar la tarde juntos.
- No, ya no vale volverse atrás, tu madre ha
quedado en venir a comer y cuando termine se vuelve a la consulta y nosotros
seguimos conociendo toda la fábrica y enseñándote lo que hacemos.
- Está bien, mañana vamos.
- David a ti te espero a partir de las once y
en cuanto a ti Sofía, cuando llegues hacemos unas chuletas en la parrilla que
hay detrás ¿te gustan?
- Me encantan
- Muy bien, pues hasta mañana
Sofía
acompañada por su hijo entró en su casa y al ir a cerrar la puerta vio como
Mario la observaba con detenimiento si moverse del sitio
- ¿Qué pasa? ¿no te vas?
Mario
intentaba ir mas deprisa pero sabía como dice el refrán que las prisas solo son
buenas para los toreros malos y casi sin decir adiós, giró en redondo y se
encaminó a su casa, tan solo dos calles mas para allá. Mientras caminaba
pensaba en Sofía. Era una mujer atractiva, físicamente no estaba mal, aunque
había como un rictus de tristeza en su mirada que la hacía todavía mas
apetecible. No sabía absolutamente nada de su vida, pero era cuestión de tiempo
que descubriera la verdad.
-
Por
hoy ya está bien – pensó mientras aceleraba el paso, pero tengo la impresión
que esta chica tiene que ser para mi.
La
noche se acostó sobre el pueblo, las calles estaban desiertas y solo el aullar
de algún gato solitario parecía darle algo de vida a un pueblo fantasma a
partir de las nueve de la noche. Marío tenía un viejo aparato de radio que
conectaba siempre que llegaba a su casa y esta vez ni se acordó. Se sentó en su
sillón preferido y en lugar de leer una novela, que era lo que hacía
habitualmente, cerró los ojos y trató de valorar su relación con Sofía. Se
puede decir que no la conocía de nada y sin embargo sabía como era su manera de
pensar, no era un bellezón, claro que tampoco él era Robert Redford, pero no
estaba mal. Era simpática, eso seguro y con una fuerte personalidad, pero le
preocupaba aquellos silencios cuando intentaba sondear su pasado. Siempre
intentaba cambiar de conversación y sistemáticamente algo parecido a una nube
cruzaba por delante de sus ojos cuando se tocaba ese tema, lo que le hacía
parecer todavía mas interesante. No debo preocuparme, es solo cuestión de
tiempo – pensó – y lo mejor será no ponerme muy pesado. Ya me contará. Por fin
parece que ha llegado la hora de enamorarme y el día que lo cuente en casa, mi
madre se va a llevar la mayor alegría de su vida y ya no tendrá que decirme
aquello de Mario, por Dios, búscate una chica que te quiera que si no ellas se
quedarán para vestir santos, pero tú mas solo que nadie y el ser humano está
hecho para vivir en pareja. De todas formas todavía no le diría nada, no vaya a
ser que no lleguemos a nada y mas vale no hacerse ilusiones, pero me da la
impresión que la cosa, por lo menos por mi parte, va muy en serio y podemos
llegar a ser mucho mas que amigos
Mientras
tanto, doscientos metros mas abajo, en la cama de la nueva enfermera del
pueblo, los pensamientos se paseaban entre las sábanas. Sofía no podía dormir
por diversos motivos, pero sobre todo, porque no sabía si lo estaba haciendo
bien o no. Con Mario se encontraba a gusto, para que negarlo, pero el recuerdo
de David todavía le llenaba todas las horas de cada uno de todos los días desde
que le comunicaron su fallecimiento. El hecho de venirse al pueblo era con la
idea de iniciar una nueva vida y que mejor que hacerlo en compañía desde el
principio. Posiblemente ella no lo necesitaba tanto y si no aparecía un hombre
que llenase su vida, tampoco le pasaría nada, el recuerdo de David podía
llenarlo todo, pero su hijo necesitaba un padre, alguien con quien pudiera
compartir su educación, que disfrutásemos juntos de verlo crecer, lo ideal es
que fuera su padre, el de verdad, el que la había hecho tan feliz durante
aquellos años de andar por ahí intentando ayudar a los que nada tienen, pero
desgraciadamente la vida tiene que continuar y yo tengo derecho a volver a
intentarlo – Sofía se movía inquieta en la cama sabiendo que muy cerca seguro
que Mario también pensaba en ella. He sufrido mucho, he llorado lo que no está
en los escritos y mucho mas, he tenido fe y por eso he podido superar tantos
momentos de soledad, pero todo tiene un límite y estoy llegando a un punto en
que necesito a alguien y ese alguien creo que lo tengo muy cerca. Lo siento
David, de verdad que lo siento, pero tu recuerdo seguirá siendo el mismo, pero
mi vida puede cambiar y creo que es una oportunidad que no debo dejar pasar.
- ¿Se
puede? – Sofía empujó el amplio portalón de madera que daba entrada a un patio
donde se aparcaban los coches. El día era muy bonito, de esos días que solo se
disfrutan en el campo, una ligera brisa conservaba un cielo azul alterado en
ocasiones por unas nubes blancas, el olor característico de la fábrica parecía
algo mas difuminado que en otras ocasiones y David salió al encuentro de su
madre todavía emocionado con tantas situaciones vividas de las que no podía ni
imaginar que fueran así. Asomado en una ventana, Marío contemplaba a Sofía que
avanzaba con seguridad. Se había puesto muy guapa, con un vaquero ajustado que
le quedaba muy bien, una camisa como de seda y un pañuelo que hacía las veces
de goma del pelo y le permitía llevar una especie de cola de caballo. Unas
deportivas blancas completaban su vestuario. Marío la saludó desde la ventana y
bajó las escaleras de dos en dos. Cuando llegó a la altura de Sofía, ésta
avanzaba de la mano de David para ver un
recinto donde estaban los establos
-
Ven,
Mamá, ven ya verás – el niño tiraba de la mano de su madre con todas sus
fuerzas – si nos damos prisa a lo mejor llegamos a la hora de ordeñar las
vacas.
-
Tranquilo
David que me vas a tirar.
-
Mira,
mira allí – David señalaba con un dedo hacia el establo donde una gran cantidad
de vacas parecía estar esperando que llegara su momento haciendo una cola que
no se terminaba nunca – hace un rato hemos estado Mario y yo y me ha dejado
ordeñar a una vaca
-
¿Si?
– Sofía se ilusionaba con solo ver a su hijo feliz - ¿y sabías como hacerlo?
-
Yo
no, pero Mario y Celes me enseñaron
-
¿Quién
es Celes?
-
Es
un pastor que es como el encargado de ordeñar porque Mario es el que manda,
pero Celes es el que lo hace ¿lo sabías?
-
No,
pero ahora que lo dices me parece que es lo lógico porque el veterinario es
Mario ¿no?
-
Claro,
por eso es el Jefe
-
Bueno,
bueno, no exageres que parece que soy el dueño de esta industria y solo soy un
empleado – Mario se acercaba hacia donde se encontraban Sofía y su hijo, con
una sonrisa que demostraba su alegría al verla. Llevaba una camisa de felpa, de
cuadros grandes, un pantalón de pana de un color como verde botella y unos
zapatos gruesos que le hacía parecer algo mas alto.
-
Di
que no Mamá, que no te engañe – David le miraba con la admiración
reflejada en su cara – él dirá lo que
quiera, pero Celes me ha dicho que es el que mas manda.
-
¿Y
también te ha dicho que soy un Jefe muy duro?
-
No,
eso no me lo ha dicho – contestó David con la inocencia propia de sus trece
años.
-
No
tienes pinta de ser un ogro – terció Sofía
Bueno, bueno, no te fíes que a veces hay por ahí
lobos con piel de cordero. Espera a conocerme mas y ya verás
Bueno, pues ya estamos otra vez en el pueblo. Que bonito. La enfermera y el veterinario se enamoran. Y el niño pasándoselo "chupi y canela".
ResponderEliminarHoy soy el primero en llegar a comentar la novela.
Un abrazo a todos y a Tino, como siempre, ¡¡ENHORABUENA!!
¡¡ Qué bonita se pone esta historia !!. Me falta un enlace desde el último capítulo en el pueblo cuando Sofia tenía a los dos pretendientes peleando..
ResponderEliminarSe nota que llega el desenlace. Estoy con ganas de más.
Tino, eres un genio y no lo sabes.
En el próximo capítulo estaremos a la puerta de la Navidad
Hasta entonces, bss a todos y SUERTE !!!! en la Lotería
Bueno, otra vez en el pueblo.... estos dos acaban liados seguro.Estoy deseando ver lo que pasa.... sigo leyendo para ponerme al día... Besos.
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