domingo, 22 de abril de 2012

QUE VIENEN, QUE VIENEN

Queridos blogueros/as: Ayer no fue posible escribir nada porque el Barsa - Madrid me tenía "comido el sentío" y si uno atiende a una cosa, no puede atender a otra, pero todo debe darse por bueno porque después de un montón de años, el Madrid le ganó en el Camp Nou y todos los forofos encantados de la vida, entre otros yo.
Pero como todo llega, pues aquí estoy. Comienza un nuevo cuento, novela, sucedido, historia o sabe Dios lo que es esto, que escribí hace tiempo.
Espero que os guste y ya voy pensando en lo próximo que os pasaré.
Un abrazo para todos, incluida Palomita Belascoaín Portolés que parece que va a ser una bloguera mas, siempre y cuando nos sea fiel y escriba como todos vosotros.

¡QUE VIENEN! ¡QUE VIENEN!


El biabuelo Tino


Diciembre 2008

  Queridos Belascoaines, putativos y demás lectores:

Como veo que mi fama va creciendo día a día y mi obra literaria se va extendiendo como si de una mancha de aceite de tratase y ya casi bordea el límite de Regoa y se acerca peligrosamente a Chimparra, he decidido que las hojas que escribo también lleguen a Internet o a ese Belascointernet que se ha inventado Javier Belas y que inunda diariamente vuestros ordenadores, afortunadamente el mío no y así no me tengo que dedicar a borrar los chistes en gallego, los dichos cartageneros, las imágenes esas tan bonitas de animales disfrazados de miles de cosas, los paisajes impresionantes y hasta las letras de las canciones de los Monjes Budistas que recitadas en la intimidad del cuarto de baño te inundan de paz y tranquilidad sin saber muy bien si eso se produce por la lectura de tan importantes pensamientos o por el benéfico placer de “evacuar sentinas” que tampoco viene mal.

Debo confesar que, a pesar de no haber asistido a la clase particular de Javier en casa de la Abuela Blanca, me estoy convirtiendo en un experto en esto de la informática y ya se escribir, mas o menos deprisa, se guardar todo en un pen drive y con un poco de suerte y no en todas las ocasiones, crear un archivo que funciona “a las veces”, es decir que guardo, por ejemplo, mis paseos por el Torraiba y a los pocos días los encuentro en, yo que se, en conversaciones con mi perro, pero eso si, guardados están, lo difícil es saber donde  y por eso es por lo que creo, y perdón por la inmodestia, que soy un “hacker” (¡se escribe así?) ¿Lo veis? si te fijas en lo de dentro del paréntesis ¿porque coño sale un signo de interrogación al principio si yo le he dado a la tecla de mayúsculas? ¿Alguien lo entiende? y naturalmente a lo que no llego es a mandar lo que escribo a alguien y por eso a través de Tito os enviaré lo último de mi producción literaria que se titula:
¡¡¡¡QUE VIENEN, QUE VIENEN!!!  Y todos sabéis ya, para eso sois lectores inteligentes, que me refiero a Rafael y Teresa, los gemelos de Pachi y Teresa, MIS NIETOS

Como siempre, escribo cosas en serio, otras un poco menos y la mayoría me las invento que es lo mejor y para que dure un poco mas he pensado, si a mi editor Alberto del Olmo no le parece mal, que las voy a mandar no en capítulos como todo el mundo, sino en Ecografías que es lo mismo pero como mas ginecológico y después de una breve introducción, iremos con la primera, como las sevillanas.

Un abrazo para todos, espero que paséis un rato entretenidos, que os olvidéis de la crisis, de los políticos, de las próstatas, de los lumbagos, de los hematomas en la cara, de las guarderías de los niños, de las casas para alquilar en Cedeira, de la de días que hace que no vais al cuarto de baño, de las calvas incipientes, de lo cara que está la vida y hasta de la prima de Bush. De lo único que no debéis de olvidaros nunca  (y esto va por los Belascoaines mayores) es de la madre que os parió. Hasta la próxima 

Desde que me enteré que Pachi y Teresa iban a tener gemelos, tenía “in mente “escribir algo sobre ellos lo que no parece especialmente difícil para una mente calenturienta como la mía y menos después de haber escrito algo parecido como consecuencia del embarazo de alguna de mis múltiples sobrinas en edad de procrear. Pero, es evidente que la situación es algo diferente porque esta vez se trata de mis primeros nietos, total que de una tacada voy a ser bi-abuelo y esto a uno le hace pensar sobre la velocidad sobre la que pasa la vida, como te vas haciendo mas pequeño, o menos esbelto, aunque uno nunca haya sido una sílfide, o en definitiva, como te vas haciendo viejo.

 Una edad que parece que nunca te va a llegar  y que afortunadamente ya ha llegado.

Sería muy fácil empezar con aquello de que se te pasa la vida, de que te jubilas etc….etc, pero eso lo dejamos para esos escritores profesionales que se ganan la vida con el difícil arte de poner en papeles la vida diaria, o para sesudos filósofos que le sacan punta a casi todo, claro que de algo hay que vivir, o para esos poetas que en lugar de llamarte o llamarse a ellos mismos viejos y ya está,  “celebran con inusitado gozo el paso de los años sobre una anatomía que soporta los vientos de la senectud como aquellos ajadas velas de los antiguos galeones que……” menos rollo, caperucita, llámame viejo y acabamos antes porque es la verdad y no me importa lo mas mínimo.

El día aquel que dijeron lo de “la parejita” no lloré, milagro, pero no lloré, o por lo menos lloré poco que ya es bastante. Fue una noticia extraordinaria, ¡faltaría más ni que tuviera gemelos todas las semanas! Y muy feliz. Ellos están contentos, pues yo también, pero con el paso de los días surgen otros pensamientos, dos niños a la vez, dos nietos, ¡que bonito! ¡Que maravilla! ¡Que ilusión! ¡Que divertido! ¡Que barbaridad! ¡Que follón! ¡Que lío!, pero lo importante, como se dice en estos casos, es que vengan bien que del resto ya nos encargaremos entre todos.

EMPEZAMOS.-

Esto del inicio de la vida realmente no hay quien lo entienda porque yo que solo  soy una bolsa donde va a anidar el huevo que de origen al futuro feto que posteriormente será un niño, ¿tengo vida o tengo que esperar que venga algún “lopito” para empezar a ser yo? Yo no soy muy listo ni he ido a ninguna facultad pero no hace falta llegar a tanto porque si fuera en vez de una bolsa con vida, que al fin y al cabo es lo que es un óvulo,  si fuera una bolsa del Corte Inglés ¿de la unión entre esa bolsa y “el lopito” sale algo? Seguro que no, o sea que por pura lógica tengo que pensar que yo, todavía óvulo sin fecundar, tengo vida propia y “los lopitos” lo que vienen es a alterarla.

Ya me parecía a mí porque esos “lopitos” son bastante chulos y van por la vida de prepotentes y al fin y la postre son solamente espermatozoides, muchos y con ganas de pelea, pero espermatozoides. Tienen la ventaja que con su cola se pueden mover de óvulo en óvulo y meterse en el que mas les guste, pero también tienen el inconveniente que son muchos y ellos se creen que entran en el óvulo que quieren sin darse cuenta que es al revés.

 El óvulo decide a quien deja entrar y a quien no y claro los óvulos ponemos nuestras condiciones. Es, mal  comparado como las puertas de las discotecas, donde los porteros, que son todavía mas chulos que “los lopitos”, deciden a quien dejan entrar y a quien no. Por ejemplo, yo que soy una bolsa normal y corriente, tengo mis propias normas y así mis porteros no dejan ni asomar la nariz a ningún “lopito” que no tenga buena pinta ¡faltaría más! Y por supuesto por mi puerta no se deja merodear a ninguno que lleve deportivas, solo con mocasines y si son de firma mejor. Nada de melenudos ni de esos que andan manifestándose por aquello de la globalidad y drogadictos ni de lejos. Con eso ya se limitan bastantes, pero a pesar de todo son muchos los que se acumulan en la puerta de mi bolsa y ya soy yo la que decide y aunque son bastantes los que consiguen entrar, son muy pocos los que se quedan y yo me pregunto ¿porqué son tantos los que quieren entrar? Y yo misma tengo la respuesta: porque mi bolsa está hecha a imagen y semejanza de la Dra. Lope y por lo tanto se adapta bastante a sus gustos, a su manera de decorar, a su forma de embarazar  y los “lopitos”, que también se han hecho a su jefa, van como embobados a finalizar la labor. 

En esta ocasión y para que mi bolsa tuviera o tuviese un enano dentro, tuve que tomar la decisión entre tres “lopitos” y no fue fácil porque la verdad es que los tres reunían casi todas las condiciones, pero uno fue el que se llevó el gato al agua porque en la entrevista me confesó que le espantaba veranear en el Mediterráneo y su ilusión era descansar en algún pueblo perdido de Galicia y ante esa preferencia no tuve mas remedio que abrir la puerta de par en par y ofrecerme entera y aquí está instalado como un marqués. Es como muy cariñoso, muy mono, atleta, con pinta de limpito, siempre con camisas “Burberrys”  pantalones de pinzas y repeinado, eso si, muy repeinado con su raya al lado y la gomina pavoneándose por toda su cabeza y encima es del Real Madrid ¿se puede pedir algo mejor?

Debo confesar que de los otros dos “lopitos” seleccionados para ocupar mi bolsa, sobre todo uno, me dio mucha pena porque se quedó hecho polvo. También estaba bien, educado, con buena presencia, pero hablando era un poco pesado, siempre con lo mismo que si los lisosomas para acá, las mitocondrias para allá, los cromosomas X, los Y, el líquido amniótico no se como ¡que coñazo! No creo que lo pudiera aguantar nueve meses y por eso lo deseché.

El tercero en discordia desde el primer momento no tenía mucho que hacer. Era divertido, eso sí, tocaba la guitarra y se sabía miles de canciones, pero la pinta era un poco peor aunque tampoco estaba mal. Lo de ser aficionado a la montaña me gustó porque me podría ayudar a anidarme mejor en la pared del útero, pero no tanto como para seleccionarlo el primero.

El caso es que cuando me enteré que en el útero de mi madre no solo estaba yo, si no que había otra bolsa que estaba buscando compañero, se lo recomendé y le debió de caer muy bien porque a los pocos días oí como martillazos y los vi a los dos como tiraban unas cuerdas hacia la zona superior y las fijaban con unos grampones.

Nos saludamos con la mano y desde la distancia me pareció que íbamos a hacer buenas migas. Ya éramos cuatro, mejor dicho, dos porque los cuatro nos transformamos en dos al fecundar, bueno no se, tengo un cacao mental que no me aclaro, pero el caso es que éramos dos y allí nos tienes dispuestos a pasar lo que hiciera falta para dar el salto a la fama a los nueve meses.

La Dra.Lope, animaba a nuestros padres porque estaba segura que la cosa iba a funcionar y no cesaba de vanagloriarse de la calidad de los óvulos implantados:

-   Teresa: están tan a gusto en la pared de tu útero que casi ya forman parte de ella.

-  ¿Se lo puedo decir a mis padres?

-  Espera un poco, solo a la primera ecografía, pero vete haciéndote a la idea de que                                                                                           tener dos niños como dos soles ¡ya lo verás!

- Pero ¿yo tengo que notar algo? Porque hasta ahora no noto nada

-  No te preocupes que todo se andará. Ahora tienes dos proyectos de niños,  por no llegar no llegan ni a la categoría de enanos, pero lo importante es que están ahí y ya el tiempo irá haciendo el resto



Tino Belas



















4 comentarios:

  1. El Tío Javier Belas22 de abril de 2012, 19:34

    Muy buena la explicación del inicio de la vida. Esperando ansioso como se desarrollan los dos lopitos, el pijín y el montañero. Este cuento tiene muy buena pinta, ha empezado muy bien.
    Un beso a todos.

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  2. ¡ Que bonito comienzo !. Erase una vez tres lopitos....... Me imagino a Teresa y Rafael cuando lo lean en un futuro. Se van a partir de la risa.
    Edsperando ansiosa la contiuación.
    ¡Hala Madrid! y que Dios reparta suerte el miércoles
    Bss

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  3. Que imaginación!!!!!!Deseando leer el siguiente capitulo. Besos.

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  4. Te recuerdo que tienes más hijas/os esperando bebés.... Igualdad!!
    No sé por qué recordaba que ésto era un cuento corto, pero mejor, así te cunde más!

    Un beso!!

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