Pero como todo llega, pues aquí estoy. Comienza un nuevo cuento, novela, sucedido, historia o sabe Dios lo que es esto, que escribí hace tiempo.
Espero que os guste y ya voy pensando en lo próximo que os pasaré.
Un abrazo para todos, incluida Palomita Belascoaín Portolés que parece que va a ser una bloguera mas, siempre y cuando nos sea fiel y escriba como todos vosotros.
¡QUE
VIENEN! ¡QUE VIENEN!
El biabuelo Tino
Diciembre 2008
Queridos Belascoaines, putativos y demás lectores:
Como veo que mi fama va creciendo
día a día y mi obra literaria se va extendiendo como si de una mancha de aceite
de tratase y ya casi bordea el límite de Regoa y se acerca peligrosamente a
Chimparra, he decidido que las hojas que escribo también lleguen a Internet o a
ese Belascointernet que se ha inventado Javier Belas y que inunda diariamente
vuestros ordenadores, afortunadamente el mío no y así no me tengo que dedicar a
borrar los chistes en gallego, los dichos cartageneros, las imágenes esas tan
bonitas de animales disfrazados de miles de cosas, los paisajes impresionantes
y hasta las letras de las canciones de los Monjes Budistas que recitadas en la
intimidad del cuarto de baño te inundan de paz y tranquilidad sin saber muy
bien si eso se produce por la lectura de tan importantes pensamientos o por el
benéfico placer de “evacuar sentinas” que tampoco viene mal.
Debo confesar que, a pesar de no
haber asistido a la clase particular de Javier en casa de la Abuela Blanca , me
estoy convirtiendo en un experto en esto de la informática y ya se escribir,
mas o menos deprisa, se guardar todo en un pen drive y con un poco de suerte y
no en todas las ocasiones, crear un archivo que funciona “a las veces”, es
decir que guardo, por ejemplo, mis paseos por el Torraiba y a los pocos días
los encuentro en, yo que se, en conversaciones con mi perro, pero eso si, guardados
están, lo difícil es saber donde y por
eso es por lo que creo, y perdón por la inmodestia, que soy un “hacker” (¡se
escribe así?) ¿Lo veis? si te fijas en lo de dentro del paréntesis ¿porque coño
sale un signo de interrogación al principio si yo le he dado a la tecla de
mayúsculas? ¿Alguien lo entiende? y naturalmente a lo que no llego es a mandar
lo que escribo a alguien y por eso a través de Tito os enviaré lo último de mi
producción literaria que se titula:
¡¡¡¡QUE VIENEN, QUE
VIENEN!!! Y todos sabéis ya, para eso
sois lectores inteligentes, que me refiero a Rafael y Teresa, los gemelos de
Pachi y Teresa, MIS NIETOS
Como siempre, escribo cosas en
serio, otras un poco menos y la mayoría me las invento que es lo mejor y para
que dure un poco mas he pensado, si a mi editor Alberto del Olmo no le parece
mal, que las voy a mandar no en capítulos como todo el mundo, sino en
Ecografías que es lo mismo pero como mas ginecológico y después de una breve
introducción, iremos con la primera, como las sevillanas.
Un abrazo para todos, espero que
paséis un rato entretenidos, que os olvidéis de la crisis, de los políticos, de
las próstatas, de los lumbagos, de los hematomas en la cara, de las guarderías
de los niños, de las casas para alquilar en Cedeira, de la de días que hace que
no vais al cuarto de baño, de las calvas incipientes, de lo cara que está la
vida y hasta de la prima de Bush. De lo único que no debéis de olvidaros
nunca (y esto va por los Belascoaines mayores)
es de la madre que os parió. Hasta la próxima
Desde que me enteré que Pachi y
Teresa iban a tener gemelos, tenía “in mente “escribir algo sobre ellos lo que
no parece especialmente difícil para una mente calenturienta como la mía y
menos después de haber escrito algo parecido como consecuencia del embarazo de
alguna de mis múltiples sobrinas en edad de procrear. Pero, es evidente que la
situación es algo diferente porque esta vez se trata de mis primeros nietos,
total que de una tacada voy a ser bi-abuelo y esto a uno le hace pensar sobre
la velocidad sobre la que pasa la vida, como te vas haciendo mas pequeño, o
menos esbelto, aunque uno nunca haya sido una sílfide, o en definitiva, como te
vas haciendo viejo.
Una edad que parece que nunca te va a
llegar y que afortunadamente ya ha
llegado.
Sería muy fácil empezar con
aquello de que se te pasa la vida, de que te jubilas etc….etc, pero eso lo
dejamos para esos escritores profesionales que se ganan la vida con el difícil
arte de poner en papeles la vida diaria, o para sesudos filósofos que le sacan
punta a casi todo, claro que de algo hay que vivir, o para esos poetas que en
lugar de llamarte o llamarse a ellos mismos viejos y ya está, “celebran con inusitado gozo el paso de los
años sobre una anatomía que soporta los vientos de la senectud como aquellos
ajadas velas de los antiguos galeones que……” menos rollo, caperucita, llámame
viejo y acabamos antes porque es la verdad y no me importa lo mas mínimo.
El día aquel que dijeron lo de
“la parejita” no lloré, milagro, pero no lloré, o por lo menos lloré poco que
ya es bastante. Fue una noticia extraordinaria, ¡faltaría más ni que tuviera
gemelos todas las semanas! Y muy feliz. Ellos están contentos, pues yo también,
pero con el paso de los días surgen otros pensamientos, dos niños a la vez, dos
nietos, ¡que bonito! ¡Que maravilla! ¡Que ilusión! ¡Que divertido! ¡Que
barbaridad! ¡Que follón! ¡Que lío!, pero lo importante, como se dice en estos
casos, es que vengan bien que del resto ya nos encargaremos entre todos.
EMPEZAMOS.-
Esto del inicio de la vida
realmente no hay quien lo entienda porque yo que solo soy una bolsa donde va a anidar el huevo que
de origen al futuro feto que posteriormente será un niño, ¿tengo vida o tengo
que esperar que venga algún “lopito” para empezar a ser yo? Yo no soy muy listo
ni he ido a ninguna facultad pero no hace falta llegar a tanto porque si fuera
en vez de una bolsa con vida, que al fin y al cabo es lo que es un óvulo, si fuera una bolsa del Corte Inglés ¿de la
unión entre esa bolsa y “el lopito” sale algo? Seguro que no, o sea que por
pura lógica tengo que pensar que yo, todavía óvulo sin fecundar, tengo vida
propia y “los lopitos” lo que vienen es a alterarla.
Ya me parecía a mí porque esos “lopitos”
son bastante chulos y van por la vida de prepotentes y al fin y la postre son
solamente espermatozoides, muchos y con ganas de pelea, pero espermatozoides.
Tienen la ventaja que con su cola se pueden mover de óvulo en óvulo y meterse
en el que mas les guste, pero también tienen el inconveniente que son muchos y
ellos se creen que entran en el óvulo que quieren sin darse cuenta que es al
revés.
El óvulo decide a quien deja entrar y a quien
no y claro los óvulos ponemos nuestras condiciones. Es, mal comparado como las puertas de las discotecas,
donde los porteros, que son todavía mas chulos que “los lopitos”, deciden a
quien dejan entrar y a quien no. Por ejemplo, yo que soy una bolsa normal y
corriente, tengo mis propias normas y así mis porteros no dejan ni asomar la
nariz a ningún “lopito” que no tenga buena pinta ¡faltaría más! Y por supuesto
por mi puerta no se deja merodear a ninguno que lleve deportivas, solo con
mocasines y si son de firma mejor. Nada de melenudos ni de esos que andan
manifestándose por aquello de la globalidad y drogadictos ni de lejos. Con eso
ya se limitan bastantes, pero a pesar de todo son muchos los que se acumulan en
la puerta de mi bolsa y ya soy yo la que decide y aunque son bastantes los que
consiguen entrar, son muy pocos los que se quedan y yo me pregunto ¿porqué son
tantos los que quieren entrar? Y yo misma tengo la respuesta: porque mi bolsa
está hecha a imagen y semejanza de la Dra. Lope y por lo tanto se adapta bastante a sus
gustos, a su manera de decorar, a su forma de embarazar y los “lopitos”, que también se han hecho a
su jefa, van como embobados a finalizar la labor.
En esta ocasión y para que mi
bolsa tuviera o tuviese un enano dentro, tuve que tomar la decisión entre tres
“lopitos” y no fue fácil porque la verdad es que los tres reunían casi todas
las condiciones, pero uno fue el que se llevó el gato al agua porque en la
entrevista me confesó que le espantaba veranear en el Mediterráneo y su ilusión
era descansar en algún pueblo perdido de Galicia y ante esa preferencia no tuve
mas remedio que abrir la puerta de par en par y ofrecerme entera y aquí está
instalado como un marqués. Es como muy cariñoso, muy mono, atleta, con pinta de
limpito, siempre con camisas “Burberrys”
pantalones de pinzas y repeinado, eso si, muy repeinado con su raya al lado
y la gomina pavoneándose por toda su cabeza y encima es del Real Madrid ¿se
puede pedir algo mejor?
Debo confesar que de los otros
dos “lopitos” seleccionados para ocupar mi bolsa, sobre todo uno, me dio mucha
pena porque se quedó hecho polvo. También estaba bien, educado, con buena
presencia, pero hablando era un poco pesado, siempre con lo mismo que si los
lisosomas para acá, las mitocondrias para allá, los cromosomas X, los Y, el
líquido amniótico no se como ¡que coñazo! No creo que lo pudiera aguantar nueve
meses y por eso lo deseché.
El tercero en discordia desde el
primer momento no tenía mucho que hacer. Era divertido, eso sí, tocaba la
guitarra y se sabía miles de canciones, pero la pinta era un poco peor aunque
tampoco estaba mal. Lo de ser aficionado a la montaña me gustó porque me podría
ayudar a anidarme mejor en la pared del útero, pero no tanto como para
seleccionarlo el primero.
El caso es que cuando me enteré
que en el útero de mi madre no solo estaba yo, si no que había otra bolsa que
estaba buscando compañero, se lo recomendé y le debió de caer muy bien porque a
los pocos días oí como martillazos y los vi a los dos como tiraban unas cuerdas
hacia la zona superior y las fijaban con unos grampones.
Nos saludamos con la mano y desde
la distancia me pareció que íbamos a hacer buenas migas. Ya éramos cuatro,
mejor dicho, dos porque los cuatro nos transformamos en dos al fecundar, bueno
no se, tengo un cacao mental que no me aclaro, pero el caso es que éramos dos y
allí nos tienes dispuestos a pasar lo que hiciera falta para dar el salto a la
fama a los nueve meses.
- Teresa: están tan a gusto en la pared de tu
útero que casi ya forman parte de ella.
-
¿Se lo puedo decir a mis padres?
-
Espera un poco, solo a la primera ecografía, pero vete haciéndote a la
idea de que
tener dos
niños como dos soles ¡ya lo verás!
- Pero ¿yo tengo que notar algo?
Porque hasta ahora no noto nada
-
No te preocupes que todo se andará. Ahora tienes dos proyectos de
niños, por no llegar no llegan ni a la
categoría de enanos, pero lo importante es que están ahí y ya el tiempo irá
haciendo el resto
Tino Belas
Muy buena la explicación del inicio de la vida. Esperando ansioso como se desarrollan los dos lopitos, el pijín y el montañero. Este cuento tiene muy buena pinta, ha empezado muy bien.
ResponderEliminarUn beso a todos.
¡ Que bonito comienzo !. Erase una vez tres lopitos....... Me imagino a Teresa y Rafael cuando lo lean en un futuro. Se van a partir de la risa.
ResponderEliminarEdsperando ansiosa la contiuación.
¡Hala Madrid! y que Dios reparta suerte el miércoles
Bss
Que imaginación!!!!!!Deseando leer el siguiente capitulo. Besos.
ResponderEliminarTe recuerdo que tienes más hijas/os esperando bebés.... Igualdad!!
ResponderEliminarNo sé por qué recordaba que ésto era un cuento corto, pero mejor, así te cunde más!
Un beso!!