viernes, 16 de marzo de 2012

PASEO POR EL TORRAIBA: CAPITULO 13

 Queridos blogueros/as: Se acabó y volvemos a la cruda realidad. Empiezo a escribir dándome un poco de jabón que tampoco viene mal.
Se me olvidaba lo mas importante: escribo hoy que es viernes porque me voy a Cedeira unos dias y el sábado no estaré y en ningún caso quiero faltar a mi capitulo de los sábados.
Debe ser porque es el trece o por lo que sea, pero aparte de muy corto es como un corte muy brusco, paso del Eusebio y el Torraiba a la crudeza de los madriles con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva, eso si, dejando por medio una cama, si, has leído bien, una cama y no se porqué se me ocurriría estas cosas al hacerla, pero ahí están. Espero que os guste
Un abrazo y estaros tranquilos que me tomaré unos percebes por todos vosotros en San Andrés y alguna petición al Santo también caerá.
Un abrazo
Tino Belas
CAPITULO 13.- VUELTA A LA CRUDA REALIDAD.-

Mientras bajaba la cuesta desde el Pico Torraiba ¿o era Tarroiba? Faustino iba pensando como sería su vida cuando llegara la jubilación, por supuesto que no estaría en Cedeira todo el invierno pero si que sería un veraneo largo, de esos que empiezan en Junio y terminan cuando se acabe el buen tiempo, mas o menos, a finales de Septiembre, se levantaría no muy tarde, iría a comprar el periódico, lo leería tranquilamente en casa mientras tomaba un café, paseito por la playa, caña hasta la hora de comer en Juan, comida en casa, siesta en el sillón con el libro entre las manos, paseito hasta la punta del muelle y a casita que ya va siendo uno mayor, cuando una llamada de Tere le hizo salir de la utopía a la que le estaban llevando sus pensamientos.

-         ¿Qué haces?
-         Nada, estaba pensando.
-         Pues si quieres que lleguemos a Madrid para ver el partido, me tienes que ayudar
-         ¡A sus órdenes mi teniente!
-         Cierra el butano, controla que se apaga la llama en el calentador, las ventanas de la cocina ya las he cerrado yo y también he quitado el enchufe de la nevera, ¿está apagada la jata en el cuarto de baño? Míralo no se vaya a quedar encendida hasta que volvamos, deja la llave de esta casa que está en mi bolso en la cesta del hall, baja la bicicleta al portal que aquí no hace mas que estorbar y ……….
-         ¡A sus órdenes!  ¿Alguna cosa mas?
-         Si, cuando acabes, si no te importa me echas una mano para hacer nuestra cama.

Tino hizo todos los encargos con prontitud y enseguida colaboró en hacer la cama mientras su imaginación caminaba por otros derroteros. Empujaba la sábana de abajo mientras pensaba que si tuviera un perro, afan de aventura y ausencia de miedo podría recorrer toda la cornisa cantábrica en bicicleta.

La sábana de arriba le dio pié para verse con el uniforme del Inspector Belascoaín de la Policía Nacional, dedicado a investigar una trama de delincuentes de guante blanco que se dedicaban al tráfico de monedas depositando sus importantes ganancias en paraisos fiscales como Gibraltar, Andorra, Mónaco, etc. Tenía que entrevistar a mucha gente para llegar al fondo del asunto y hasta entonces no le había servido de mucho su don de gentes ni sus indudables dotes de hábil negociador. El caso estaba en punto muerto y bastante complicado, pero su insistencia le haría llegar a buen puerto.

La manta, la dichosa manta que nunca sabía si estaba al derecho o al revés, le incitaba a pensar en relatar una guerra que deambulaba por su cabeza. No era una guerra tradicional con espadas, trabucos etc, no. Era una confrontación entre hermanos, una lucha por el poder entre unos y otros, una sinrazón colectiva que había hecho a las diferentes autonomías que constituían el estado, una especie de reinos de taifas que guerreaban entre ellas. Ejércitos sin ideología alguna combatían con el ánimo de expulsar al otro, anexionarse territorios y así los catalanes querían el Reino de Valencia, los del Bierzo luchaban por ser gallegos, los andaluces reivindicaban nada menos que Marraquech y hasta el núcleo autonómico del Valle de Regoa, en lo mas recóndito de la ancestral Galicia peleaban para que Chímparra fuera su polígono industrial de desarrollo tecnológico.

Por último la colcha constituía el momento cumbre de sus pensamientos. Mientras se decidía si ese pico iba para allí o para aquí,  el ser abuelo y encima de dos, Teresa, su hija mayor, estaba embarazada de dos a la vez, era como un soplo de vida para su trabajado corazón. Naturalmente ya había empezado a escribir un cuento en el que narraba la experiencia de la vida desde la bolsa de uno de los niños en el útero de Teresa y como se iban intercambiando los papeles, el abuelo hacía su final, no era tan viejo pero las cosas son como son y hay que aceptarlas y el nieto que se iniciaba en el camino de la vida y de vez en cuando solicitaba información que le era suministrada a través de la experiencia del abuelo. Dos puntos de vista absolutamente diferentes pero que esperaba saber unirlos de alguna manera para que el cuento resultase interesante

El Dr. Belascoaín cuando estaba en la capital de España, trabajaba  de sol a sol, nunca mejor dicho, y raro era el día que llegaba su casa antes de las nueve o nueve y media de la noche. Su jornada laboral empezaba a las ocho en punto de la mañana con lo que tenía que levantarse a las seis y media como tributo por vivir en Majadahonda a veinte kilómetros de la capital.

-         Tere ¿tú crees que algún día dejaré de madrugar? Era la frase habitual todas las mañanas al despertarse.

La jubilación se iba aproximando pero todavía tenía sesenta y dos años y hasta los sesenta y cinco la cosa pintaba mal y que a nadie se le ocurriera, dada la escasez de Médicos, atrasar la jubilación a los setenta , porque entonces no le faltarían tres años sino ocho años para no tener que levantarse  a toque de despertador.

A las ocho de la mañana fichaba en una mutua de accidentes de trabajo donde, en su calidad de cirujano plástico veía en consulta entre veinte, veinticinco enfermos diarios y tenía los lunes como día oficial de quirófano.

A las dos de la tarde comida en la cafeteria de la clínica, eso si, siempre de régimen como era habitual desde el incidente del infarto y casi sin descansar, vuelta al tajo esta vez en la consulta del Virgen del Mar donde veía tantos o mas enfermos que en el otro sitio , pero de manera algo diferente. Eran enfermos suyos, que iban a verle a él y aunque era poco frecuente, hasta en alguna ocasión había algún enfermo agradecido no tanto por su técnica quirúrgica que era similar a la de muchos compañeros de su entorno, pero si en cuanto a su manera de tratar a sus pacientes. Era un cirujano que sin mayor esfuerzo se ponía en el lugar de los pacientes y hasta les decía “voy a pensar en alto que supongo que es lo que usted quiere” y de esa manera les explicaba los pros y los contras de la cirugía para el problema del que solicitaban ayuda. El tratar bien a los pacientes se había convertido en una obsesión y gastaba con mucho gusto todos los minutos que hicieran falta para lograr la confianza del paciente y casi siempre lo conseguía.

Al terminar la consulta, todos los días, excepto los martes que iba a jugar al golf, iba al despacho del Sanatorio Virgen del Mar donde ejercía las labores de Consejero , una especie de eslabón perdido en la Dirección de una clinica privada que fundada por su padre y otro socio le había proporcionado unos ingresos extras desde que terminó la carrera y mas que le hubiera sacado si le hubiera destinado mas tiempo. Buenos ingresos por poco trabajo ¡que mas se puede pedir!


4 comentarios:

  1. El Tío Javier Belas17 de marzo de 2012, 20:01

    No conozco a nadie que al hacer la cama se ponga a pensar en ir en bicicleta por el norte, en convertirse en policía nacional, en una guerra civil, en la vida dentro de la bolsa de una embarazada y en como será no madrugar. Tengo que reconocer que eres un fenómeno. A la vista de lo que te gusta hacer la cama, te invito a que vengas a inspirarte a mi casa todos los días por la mañana a hacer la mía.

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  2. El puente te ha hecho adelantar tu crónica y el puente me ha retrasado su lectura.
    Siempre sorprendiendo; que imaginación. Tienes la cabeza llena de pensamientos, los mezclas unos con otros y te montas una pelicula genial y surrealista...
    Sigue, sigue....

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  3. Pues si que dá de si hacer una cama....vaya imaginación. Besos.Paloma.

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  4. He leído por ahí "Si tuviera un perro"??
    No te reconozco! Lupa te está cambiando la vida :)

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